¿Por qué es tan importante estirar después de hacer deporte?
Esta acción es fundamental para favorecer la recuperación muscular y también para aprovechar al máximo los beneficios de la actividad física
Los estiramientos son unos movimientos suaves que se realizan tanto antes como después de realizar una actividad física moderada o intensa. A pesar de que poco a poco ha ido calando su importancia, aún son muchos los deportistas que optan por no dedicar unos minutos a esta parte del entrenamiento o lo hacen de un modo inadecuado. Sin embargo, estirar es una de las mejores formas para mantener los músculos saludables y guarda una larga lista de beneficios para el cuerpo y la mente.
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Antes y después del ejercicio
Estirar no solo es fundamental para favorecer la recuperación muscular, sino también para aprovechar al máximo los beneficios de la actividad física. Se deben incluir antes y después de realizar el entrenamiento, pero es importante distinguirlos. Los estiramientos dinámicos preparan nuestro cuerpo de forma activa para la actividad que vamos a realizar a continuación, mientras que los estáticos o isométricos relajan nuestros músculos para volver a la calma de una forma más progresiva. No tienen contradicciones y, además, pueden llevarse a cabo en cualquier momento del día y no solo cuando estamos sudando en el gimnasio. De hecho, comenzar el día con ejercicios de movilidad articular y de estiramiento, puede ser un excelente hábito para enfrentarnos a las actividades del día con energía tras la inactividad del periodo del sueño.
Beneficios de estirar
Los estiramientos son una forma suave y fácil de ejercitar el cuerpo, dotándole de un sinfín de capacidades. A través de estos sencillos movimientos, conseguimos prevenir lesiones como la tendinitis y las temidas agujetas. Además, eliminan la tensión muscular, disminuyen la cantidad de ácido láctico en los músculos y mejoran el flujo sanguíneo. Esta acción prepara a nuestro cuerpo para que pueda aprovechar al máximo los beneficios de la actividad física, nos ayuda a conocer nuestros músculos y articulaciones y nos lleva a un estado de relajación corporal y mental tras la práctica deportiva.
En cambio, si no dedicamos unos minutos a estirar después del entrenamiento, los músculos pueden no recuperarse de las micro roturas sufridas, algo que podría traducirse en lesiones y afectar negativamente a la flexibilidad.
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Cómo estirar correctamente
Conviene dedicar unos 15 minutos a esta parte del entrenamiento y cada estiramiento debe duran alrededor de 30 segundos. Es importante estirar todos los músculos del cuerpo y no solo aquellos que hemos trabajado más a fondo, tirando de cada uno de ellos, pero sin realizar movimientos bruscos. Recuerda que nunca debes de estirar más allá del punto en el que empiezas a sentir dolor en el músculo. Empieza de abajo hacia arriba, desde los pies hasta la cabeza, para favorecer el flujo sanguíneo y que no se nos olvide ninguna zona del cuerpo. Por supuesto, la respiración juega un papel fundamental en los estiramientos. Inspira mientras los haces y espira mientras estiras. Es el momento de regresar a la calma: cierra los ojos, relájate, concéntrate en cada una de las zonas de tu cuerpo y respira varias veces profundamente.
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