A la hora de alimentar a nuestro gato, tenemos a nuestra disposición dos tipos de comida, la seca y la húmeda. Sabemos que el pienso seco es muy importante para nuestra mascota porque, además de proporcionarle todos los nutrientes que necesita, le ayuda a mantener limpios sus dientes. Para sus dueños también es una comida más fácil de almacenar y conservar, ya que tardás tiempo en estropearse que la comida húmeda, especialmente una vez abierto el envase.
Pero la comida húmeda aporta algo muy necesario para los gatos: el agua. Si convives con un minino ya habrás observado que no bebe mucha agua. Al parecer, esto se debe a que los gatos domésticos descienden del gato africano que, acostumbrado a vivir en entornos desérticos, era capaz de sobrevivir con poca agua. Y la que tomaban procedía, principalmente, de las presas que cazaban.
Ambas comidas, la seca y la húmeda, son necesarias para el bienestar de tu gato, y puedes combinarlas incluso a diario. Lo más importante es que te asegures de que recibe todos los nutrientes que necesita y que, por supuesto, no le falte hidratación, y la comida húmeda es una excelente forma de conseguirlo.
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Es necesario asegurar la buena hidratación de tu gato
Los gatos, al igual que nosotros, necesitan que su organismo se mantenga bien hidratado y esto se consigue con la ingesta de agua, un nutriente esencial absolutamente necesario para su salud. El agua interviene en un gran número de funciones fisiológicas y es necesaria para la producción y posterior eliminación de la orina, encargada de la eliminación de los deshechos metabólicos. Si no conseguimos que nuestro gato ingiera toda el agua que necesita, su salud puede sufrir todo tipo de alteraciones.
Para hacerle más fácil que beba agua durante a diario, procura utilizar un bol ancho, preferiblemente metálico o de cerámica, y asegúrate de cambiar el agua a menudo para que esté fresca y limpia. Además, procura situar el bebedero lejos del arenero, en un lugar tranquilo para él. Si te es posible, coloca más de uno en lugares estratégicos de la casa.
A los gatos les resulta muy atractivo ver el agua fluir, así que si dispones de un grifo a su alcance del que pueda beber, ofréceselo un par de veces al día. También hay fuentes para gatos, que cuentan con un flujo de agua constante que les permite beber a su antojo.
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Beneficios de la comida húmeda
Este tipo de comida contiene más de un 60% de humedad, y tienen diferentes presentaciones que puedes combinar a tu gusto (y al de tu gato): gelatinas, mousses, trocito de comida en salsa, etc. Además, también se adapta a sus necesidades, teniendo en cuenta su edad, si están esterilizados o si tienen un estómago sensible.
El beneficio principal de la comida húmeda es que les ayuda a estar hidratados y a evitarles numerosos problemas, como posibles alteraciones urinarias, como la formación de cálculos renales.
La ingesta correcta de agua gracias a la comida húmeda les ayuda, por otro lado, a mantenerse en el peso adecuado, al mejorar también el tránsito intestinal. También les resulta muy saciante, puesto que aumenta el volumen de comida pero no el de calorías, y nos facilita el control sobre cuánta comida les estamos dando al día, gracias a que la dosis están repartidas en tomas únicas.
Y, por si fuera poco, la comida húmeda, con todas sus variedades, les resulta deliciosa y hará que se relama los bigotes con cada plato.
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