Estos alimentos crees que adelgazan, pero no es así

Los tomas con toda tranquilidad porque en algún momento algo, o alguien, te hizo pensar que te ayudarían a controlar tu peso. Pero a veces las cosas no son lo que parecen, y puede que te estés apropiando de unas calorías de más sin saberlo.

Por Cristina Soria

Cuando buscamos mantener el control de nuestro peso, o queremos perder algunos kilos que nos sobran, nos esforzamos en buscar aquellos alimentos que no traicionen nuestra buena voluntad y nos lleven por una senda libre de grasas y azúcares innecesarios.

El problema es que muchas veces la presentación de algunos alimentos, las creencias populares o la falta de información pueden hacernos elegir mal, haciéndonos ingerir más calorías de las que queremos y, sobre todo, creemos tomar.

La fruta deshidratada

Sigue siendo fruta y sigue conservando estupendas propiedades, eso no podemos discutirlo. Pero el proceso de deshidratación hace que acumulen hasta tres veces más azúcar que la misma fruta al natural. No hace falta que renuncies a ella, porque puede ser un snack muy acertado si vas a hacer ejercicio físico o para evitar bajadas de glucosa entre horas, pero no creas que puedes comerla con la misma impunidad calórica que te ofrece cualquier fruta fresca.

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Cereales de desayuno

No queremos decir que no incluyas cereales integrales en tu desayuno, como la avena, pero sí que mires con lupa el etiquetado de aquellos que se presentan como “cereales de desayuno”. La gran mayoría de ellos contienen grandes cantidades de azúcar oculto, por mucho que se presenten como saludables o integrales. Si no quieres tomar más azúcar o más calorías de las que crees estar tomando, recuerda leer con atención las etiquetas y opta por avena integral, fruta troceada o semillas.

Pan sin miga

Es todo un clásico que no ha perdido aún su vigencia. Desde hace años son muchas las personas que toman biscotes, sobre todo en el desayuno, en sustitución de una rebanada de pan convencional, con la idea de que así se engorda menos. Pero lo cierto es que este pan, al no tener agua, es más energético que el pan tradicional, además de contar con grasas vegetales añadidas que no son necesarias, como el aceite de palma o el de girasol. Si quieres tomar pan en el desayuno, disfruta de una buena rebanada de pan integral.

Las mermeladas light

Lo cierto es que no hay mucha diferencia entre una mermelada light y una que no lo sea en lo que a azúcar se refiere. Las mermeladas engordan, en cualquiera de sus versiones, y se consideran uno de los alimentos con más azúcares de consumo habitual, incluso la ligth, que solo tiene 13 kcal. menos que la versión normal, por no hablar de que consigue su dulzor mediante edulcorantes sintéticos.

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Ensaladas 

Que no cunda el pánico, nos encantan las ensaladas y son una opción que no debe faltar en nuestra alimentación. Pero eso no impide que tengamos que tener en cuenta algunos aspectos de las mismas que pueden hacernos ingerir calorías de más con las que no contamos. El aderezo es, en algunas ocasiones, lo que tira por tierra una ensalada ligera es rematarlas con salsas demasiado grasa, como las que contienen queso. Nada como el aceite de oliva virgen y el vinagre, si te gusta, para disfrutar de todo el sabor y los beneficios de una ensalada.

Otro detalle importante a tener en cuenta es qué tipo de ingredientes llevan las ensaladas que compramos listas para su consumo. En ocasiones no cuentan solo con aliños muy calóricos, sino que además pueden contener ingredientes, como quesos grasos o bacon frito que sumen calorías innecesarias.

Palomitas de maíz

En las palomitas de maíz no hay un término medio: o son muy sanas o son terribles para tu dieta y tu salud. Si las quieres tomar con la conciencia tranquila, la única opción posible es que las prepares en casa sin mantequilla ni azúcar. Solo así serán saludables y podrás disfrutarlas viendo una película o tu serie favorita. Aunque no te recomendamos abusar, porque el maíz, aún sin aditivos, sigue contando con bastantes calorías.

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En cambio, olvídate de las que venden en los cines y de las que ya vienen preparadas para el microondas: solo son bombas calóricas repletas de grasas nada recomendables.

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