El atún se aleja hacia el Polo Norte por efecto del cambio climático

La problemática ambiental está provocando que los animales estén cambiando sus conductas y sus zonas de paso habituales

por Gtresonline

Sequías extremas, deshielo, lluvias e inundaciones, olas de calor… Estos son solo algunos de los muchos problemas a los que se enfrentan las personas, pero también los animales, como consecuencia del cambio climático, una problemática ambiental que está alterando gravemente su hábitat natural. Los mares y océanos están sufriendo las consecuencias de la actividad humana y los animales marinos son sus principales víctimas, viéndose obligados, en muchas ocasiones, a cambiar sus patrones de conducta y sus zonas de paso habituales. Es el caso de los atunes, quienes se están desplazando hacia latitudes más cercanas al Polo Norte.

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Más del norte que nunca

El bonito del norte, uno de los manjares por excelencia de la gastronomía vasca, será más del norte que nunca. Así lo ha pronosticado un estudio encabezado por los investigadores de AZTI Haritz Arrizabalaga y Maite Erauskin-Extramian, que aborda la distribución y abundancia de seis especies de atunes debido al impacto del cambio climático en las aguas de los océanos.

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"Durante el período histórico analizado, los límites de distribución del hábitat de los atunes se han desplazado hacia los polos a una velocidad de 6,5 km por década en el hemisferio norte y 5,5 km por década en el hemisferio sur. En base a la influencia del cambio climático, en el futuro se esperan cambios todavía más acusados en la distribución de los atunes y en su abundancia, especialmente a finales del siglo (2080-2099)", asegura Arrizabalaga.

Este análisis, publicado en la revista Global Change Biology, revela el aumento del listado y el rabil en la zona tropical, y el desplazamiento del resto de especies hacia aguas más frías. En concreto, prevé que las especies templadas como el bonito del norte, el atún rojo atlántico y el atún rojo del sur se desplacen hacia los polos, mientras que el listado y el rabil, principales atunes enlatados, se vuelvan más abundantes en las zonas tropicales.

"Teniendo en cuenta que la mayoría del consumo humano de proteína de atún procede del listado y del rabil de la franja tropical, los datos obtenidos constituyen relativamente buenas noticias para que la pesca del atún siga siendo una fuente de alimentación importante", precisa el experto.

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Predicciones futuras

El estudio ha permitido analizar cómo cambiará la distribución mundial del atún, así como la abundancia de las principales especies debido al cambio climático, cuantificando las tendencias futuras. "Los túnidos son recursos de gran importancia económica y una fuente de proteína clave para gran parte de la población. Con el cambio climático, su distribución espacial está cambiando y con ella las oportunidades de los distintos países de acceder a esta fuente de riqueza. Este estudio pretende explicar lo que ha ocurrido en el pasado y predecir lo que pasará en el futuro, de modo que los países y flotas pesqueras puedan pensar en estrategias de adaptación a las nuevas circunstancias", agrega Erauskin-Extramiana, quien asegura que saber con antelación lo que ocurrirá en el futuro permite trabajar estrategias de adaptación a estas transformaciones.

"Si una flota local de un país costero anticipa los cambios de abundancia y distribución de las especies objetivo, podrá adaptar su arte de pesca o cambiar de especie objetivo. Es posible que pueda seguir capturando la misma especie, pero invirtiendo en barcos mayores, que les permitan ir más lejos en busca de esos ejemplares", concluye la investigadora de AZTI.

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