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Las patas de los perros son una zona icónica de su cuerpo: sus huellas se deben a las almohadillas, que nos recuerdan fácilmente al material de que podrían estar hechas unas zapatillas de estar en casa. Este calzado natural de los perros facilita la amortiguación de su pisada, y garantiza que sus huesos no sufran ni transmitan impactos peligrosos a sus articulaciones.
Sin embargo, habrás notado al acariciarle las almohadillas que se trata de una zona suave que podría resentirse con terrenos agresivos. Y con la llegada del calor es importante que tengas en cuenta que si paseáis por un entorno urbano, la acera caliente de los días de sol puede ser un serio problema para la salud de tu perro.
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El suelo puede ser una sartén candente para ellos
Porque las aceras y calzadas pueden llegar a convertirse en auténticas sartenes. Tú difícilmente lo percibirás, porque caminas con calzado, pero el pie de tu perro está desprotegido ante las altas temperaturas que puede llegar a desprender el suelo. Sin embargo, la zona de las almohadillas de tu perro no tienen terminaciones nerviosas, es decir, que tampoco él sabrá que se está produciendo un daño al pisar sobre un terreno que le quema, por lo que ninguno de los dos podrá advertirlo, ni él ni tú.
Esa sensación que probablemente has sentido más de una vez en la playa, de quemarte con la arena, es lo que está experimentando tu perro cada vez que camina por la ciudad en horas de máximo calor. Esto puede producir quemaduras en sus almohadillas. Por lo que cuando llega el calor no está de más revisar de vez en cuando sus patas para comprobar que están en buen estado y, de encontrar quemaduras, no dudes en pedir consejo a tu veterinario.
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Soluciones a las quemaduras de las almohadillas
Existen muchos productos en el mercado que previenen que los perros sufran quemaduras en sus patas. Son cremas hidratantes que están compuestas con una fórmula específica para cuidar el pH de los perros, por lo que es recomendable acudir a una tienda especializada antes de aplicar productos hidratantes compuestos para humanos.
Cuanto más hidratada estén sus almohadillas, más protegeremos esta zona de posibles quemaduras. Además, si el dia es muy caluroso, el agua es muy buena opción, tanto mojar sus patas como darle agua para que el animal se hidrate y su temperatura tienda a disminuir.
Además, ten en cuenta que unas patas limpias son unas patas sanas, por lo que no dudes en aplicar un especial cuidado en épocas de calor y en revisar y mantener la higiene de sus almohadillas. Después de cada paseo, pásale un paño húmedo y suave por las patas, comprueba su estado y trata de eliminar la suciedad, el barro o la arena que puedan tener.
Si la pata de tu perro está bien cuidada y no tienen heridas o zonas sensibilizadas, es más probable que el calor no le haga tanto daño. Por el contrario, si la almohadilla tiene alguna lesión provocada por la suciedad o haber pisado un saliente del camino, esta herida puede verse complicada por el calor del suelo y producir una quemadura de forma más rápida que si no existiera lesión anterior, pues un tejido sensible y dañado no tiene protección frente a la quemadura.
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