Abandonar el interés por hacer ejercicio es una situación muy peligrosa que puede hacernos retroceder y perder todo el esfuerzo invertido. Cuando el entrenamiento que llevamos nos cansa porque nos parece demasiado repetitivo, o no incluye el aliciente de motivarnos con la diversión o la originalidad, se puede dar el caso de que abandonemos o reduzcamos las sesiones, lo que puede ser el principio del problema.
Abandonar el ejercicio sin duda se debe a un círculo vicioso en el que primero dejamos de ir al gimnasio y luego entendemos que pagar la cuota no nos compensa, porque no vamos. Para no entrar en esta situación es muy útil mantener una serie de entrenamientos convencionales que aseguren unos mínimos y permanecer con la mente abierta para encontrar nuevas motivaciones, sesiones de entrenamiento originales que supongan nuevos retos.
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Pole dancing
Quienes lo prueban afirman dos cosas: que es un deporte muy exigente y que resulta adictivo. Ambas cuestiones son muy positivas porque se trata de un entrenamiento que sin duda notarás en tu aspecto físico, y además superarás un reto emocionante que te hará querer mejorar e ir a más contínuamente.
Se trata de un deporte muy completo donde todos los músculos de tu cuerpo estarán en pleno ejercicio, poniendo a prueba tu equilibrio, peso y energía. Si para ti las clases del gimnasio son siempre lo mismo, seguramente se debe a que no has probado una sesión de pole dancing. En una sola clase puedes llegar a quemar hasta 500 calorías mientras que descubres un reto diario. Al principio debes ser capaz de elevarte, mantenerte sobre la barra, y luego de realizar movimientos cada vez más complejos.
Una vez que controles las acciones básicas notarás cómo tu autoestima crece, descubrirás que saber moverte en la barra está solo reservado a quien se lo trabaja, pero a la vez no recordarás un solo momento banal de tu entrenamiento, porque esta práctica no se parece a nada que hayas podido hacer. Y porque no es sólo un trabajo físico, sino que debes poner tus cinco sentidos sobre la barra y concentrarte al máximo para conseguir mecanizar unos pasos que logren hacerte volar.
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Entrenamiento en suspensión
Se realiza con unas correas que debes colgar sobre un soporte, que puede ser un gancho en la pared, un árbol o un poste. Aunque no lo imagines, estas correas dan mucho de sí, y permiten multitud de ejercicios muy distintos, enfocados a tonificar todo tu cuerpo.
La marca original que comercializa estas correas se llama TRX y es fruto del invento de un militar americano que pasaba largas temporadas entrenando en misiones de submarino. En un entorno tan reducido no podía realizar todos los ejercicios que él quisiera, y por este motivo desarrolló un mecanismo que maximizara el poco espacio y sacara todo el rendimiento al entrenamiento.
Este entrenamiento utiliza el peso de tu propio cuerpo, no hay ningún elemento accesorio que añadir a este ejercicio. Y, sin embargo, puedes ejercitar tanto los dorsales como los abdominales, jugar y potenciar tu equilibrio, y descubrir nuevas aplicaciones día a día.
Hula hoop
Hacer ejercicio con el hula hoop te devuelve a tu infancia y te recuerda que de niña hacías cosas que no tenían nada que envidiar a un deporte de competición. Saber manejar el aro gana en complejidad a cada año que pasa, así que, para unir quién eres con quién fuiste, dale duro y disfruta.
Es divertidísimo, no es tan fácil como parece y hay una gran variedad de ejercicios que puedes realizar para tonificar los glúteos, muslos, abdominales y brazos. En media hora se calcula que puedes llegar a perder hasta 200 calorías, por lo que puede servir de complemento ideal para otras sesiones de gimnasio más convencionales.
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