Dr. Eduardo Junco

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Todos hemos escuchado alguna vez que un dolor agudo en el abdomen, que se irradia hacia la ingle, nos puede hacer sospechar de una apendicitis. Sin embargo, ¿sabemos qué debemos hacer y, sobre todo, qué debemos hacer para evitar la peritonitis? Reaccionar a tiempo es esencial, puesto que esta última puede condicionar el pronóstico, en general, bueno si se detecta de forma precoz. 

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Qué hacer frente al dolor abdominal

Las molestias y los dolores abdominales son síntomas muy frecuentes en la población. En los niños son más típicos que en los adultos y las causas que los provocan pueden ser múltiples y variadas. Sin embargo, la mayoría de las madres piensan siempre en la apendicitis y en el riesgo de una posible intervención quirúrgica. Y es que, las madres informadas saben que el diagnóstico de apendicitis y sobre todo el pronóstico es mucho mejor si se realiza precozmente y se ponen los medios para curarla lo antes posible.

Sin embargo, este dolor no siempre tiene que estar relacionado con una apendicitis. De hecho, puede haber múltiples causas que lo produzcan: problemas de tránsito intestinal, cólicos o por una causa tan simple como que no quieren comer.

Pero sí es importante saber reconocer los síntomas de la apendicitis, puesto que si se diagnostica de forma tardía, la posibilidad de complicarse en una peritonitis (rotura del apéndice infectada y salida de la infección al peritoneo) es mucho mayor y, por lo tanto, las complicaciones y el postoperatorio mucho más tormentoso. Veamos pues cuáles son los síntomas de alerta, de este problema, que se debe a la infección e invasión de microorganismos bacterianos y la subsiguiente obstrucción de su luz (una parte del órgano) por hiperplasia del tejido linfático con inflamación y supuración. Es la causa más frecuente de abdomen agudo quirúrgico en el adulto y en el niño, y supone más del diez por ciento de todas las urgencias quirúrgicas en los servicios de urgencias.

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Síntomas de apendicitis

El síntoma que domina es el dolor abdominal. A este le acompañan problemas digestivos como vómitos muy persistentes, ausencia de deposiciones y de tránsito intestinal y fiebre.

Al comienzo del proceso, el dolor suele estar localizado en el centro del abdomen, pero a medida que la inflamación progresa se localiza en el lado derecho y se hace punzante y permanente.

Sin embargo, no todas las apendicitis son iguales. En la mayoría de los casos el diagnóstico suele ser difícil y complicado por sus múltiples manifestaciones, siendo en los niños muy pequeños y en los ancianos donde se dan mayor numero de diferencias.

¿Qué debemos hacer ante un dolor abdominal agudo?

• Reposo en cama.
• No tomar alimentos sólidos.
• Tomar solo agua en pequeñas cantidades.
• No tomar medicación espasmolítica.
• No tomar antibióticos.
• Consultar al médico.

Cómo se diagnostica

El médico llega al diagnóstico de sospecha a través de la anamnesis (entrevista médica) y la exploración física del paciente. La palpación abdominal será metódica, cuidadosa y repetida tantas veces como sea necesaria.

Las pruebas analíticas de sangre, las radiografías y, sobre todo, la ecografía abdominal ayudarán de forma notable al cirujano a adoptar una decisión terapéutica.

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Tratamiento

El tratamiento de la apendicitis aguda es siempre quirúrgico. La operación se conoce como apendicetomía y debe ser realizada por un cirujano experto a través de una pequeña incisión realizada a nivel del hemiabdomen derecho, lo antes posible una vez realizado el diagnóstico.

La evolución postoperatoria está en relación directa con la duración previa del cuadro, siendo más larga y complicada si existió perforación o peritonitis.

Pronóstico de la apendicitis

El pronóstico de la apendicitis aguda es favorable siempre que el diagnóstico del proceso se haya realizado de forma precoz y la intervención quirúrgica se realice sin pérdida de tiempo. Sin embargo, el diagnóstico tardío o la intervención quirúrgica con el proceso muy avanzado puede dar lugar a peritonitis.

Asimismo, el uso de antibióticos durante la enfermedad puede acabar con la  formación de un absceso apendicular lo que dificultará el diagnóstico, la intervención y el postoperatorio.

Hay que recordar, no obstante, que en la actualidad, con los potentes y modernos antibióticos, las complicaciones como la peritonitis y el absceso periapendicular evolucionan de forma más rápida hacia la curación definitiva.

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