Vientre plano: 4 posturas de yoga para trabajar el abdomen

Considerada una de las prácticas más saludables para integrar cuerpo y mente, el yoga también puede hacer mucho para que luzcas un vientre perfecto

por Gtresonline

Con la operación bikini recién arrancada, todo esfuerzo parece pequeño en la tarea de conseguir el cuerpo perfecto. Aunque en la temida cuenta atrás de la temporada estival los plantes de entrenamiento se vuelven cada vez más duros existen disciplinas más dirigidas a la integración del cuerpo y la mente que, además, consiguen resultados muy positivos en la tarea de modelar nuestro cuerpo. Es el caso del yoga que, además de sus beneficios probados para aliviar el dolor, ayudarnos a descansar y reducir el estrés y reforzar el sistema inmunológico, además es una práctica que ayuda a quemar calorías, perder peso y modelar nuestra figura.

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Así, existen diversas asanas de esta disciplina milenaria que son igualmente efectivas para, por ejemplo, para conseguir perfeccionar esa parte del cuerpo que se convierte en el auténtico centro de atención de nuestro cuerpo en bikini: el abdomen. Con resultados tan satisfactorios como los que se obtienen realizando las tradicionales tablas de spinning o incluso por medio de la realización de los populares hipopresivos, el yoga consigue además acercarnos a un estado de paz interior. Estas son algunas de las posturas más efectivas a la hora de ejercitar nuestro ‘core’.

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La Tabla: Su nombre real es Utthita Chaturanga Dandasana y es una de las posturas más clásicas del yoga y posee este nombre porque la figura final recuerda a la de una tabla (totalmente recta). Las muñecas deben estar alineadas con los hombros y el cuerpo debe estar firme. Se debe evitar flexionar la cadera con el fin de no contraer la zona lumbar. Junto con las respiraciones pertinentes, esta postura fortalece los músculos del abdomen, así como los brazos, muñecas y hombres.

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Plancha lateral: Se denomina Vasisthasana y es una postura con el que se ejercita la fuerza y el equilibrio. Se consigue apoyando una mano en la esterilla y la otra agarrada a la cintura en jarra y elevándonos hasta que solo tengamos un brazo y los pies sobre el suelo. El brazo que apoya se debe flexionar y los pies deben estar juntos. Las piernas permanecerán rectas con el fin de que el peso no venza al cuerpo hacia el suelo. Esta asana trabaja los abdominales laterales y oblicuos, así como los deltoides y el trapecio.

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Postura del barco: La Navasana es otra de las figuras más conocidas del yoga. Se consigue tomando asiento en la esterilla manteniendo la espalda recta y las piernas flexionadas hacia el frente. A continuación, se doblan las rodillas y se apoyan las plantas de los pies donde antes estaban las rodillas. Echamos el cuerpo ligeramente hacia atrás y levantamos las piernas al mismo tiempo. Tibia y peroné han de estar en paralelo con la esterilla y los dedos te los pies deben señalar al cielo. Ya en equilibrio se levantan los brazos para que formen línea con la tibia y el peroné.

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Sirsasana: Conocida como Salamba Sirsasana, es una de las figuras más llamativas de esta práctica y también algo más complicada. Su nombre significa soporte en la cabeza y se basa en mantenerse en equilibrio sobre la cabeza ayudándose de los brazos. La postura que proponemos se logra abriendo las piernas en forma de tijera y basculando, con ayuda de los músculos del abdomen el peso de ambas extremidades.