Sostenibilidad

Ni los tallos de las verduras ni las mondas de patata. ¡En cocina no se tira nada!

Aprende a sacar el máximo partido a los alimentos y reducir el desperdicio, aprovechando las partes que hasta ahora tirabas a la basura para nuevos usos

por Gtresonline

Un tercio de los alimentos que se producen en el mundo se pierden o se desperdician, según datos de la FAO, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Y pasa mientras crece el hambre en todos los rincones del planeta, en países con dificultades pero también en ciudades desarrolladas. Retirar del mercado productos con próxima fecha de consumo preferente, feos, con imperfecciones o un color que no es perfecto son algunos de los gestos que favorecen estas cifras, que necesariamente deben ser rebajadas.

Si bien gran parte de la responsabilidad recae en la cadena de producción y comercial, todos podemos poner nuestro granito de arena a nivel doméstico, con prácticas sostenibles en pro del aprovechamiento. Solo en España, según el último informe del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, se tiran a la basura 24 millones de kg de comida a la semana.

Organizar la despensa y la nevera en función de las fechas de consumo, con el fin de que no quedé olvidada una lata al fondo que a buen seguro acabará caducada, planificar los menús para hacer una compra coherente en función de lo que se vaya a cocinar, comprar la cantidad que se necesite y no más, optando preferiblemente por la compra a granel, son algunas de las prácticas que puedes empezar a aplicar en tu hogar para reducir el desperdicio. Todo eso, antes de encender los fogones. Una vez encendidos, aquí tienes algunas ideas más:

Chips de patata

Preparas una ensaladilla o una tortilla española y nunca se te hubiera ocurrido no tirar la piel de las patatas… ¿Verdad? Pues a partir de ahora las mondas de patatas se van a convertir en el aperitivo favorito de toda la familia. Lo primero y principal, es lavarlas bien y, a la hora de cortar, dejar un poco de carne pegada a la piel. Extiende las mondas en una bandeja para horno sobre papel vegetal, salpimienta y añade unas hierbas provenzales, pimentón o curry… un chorrito de aceite de oliva virgen extra y deja que se doren en el horno. El resultado son unos chips que puedes acompañar de salsas para dipear.

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Los tallos y las hojas de las hortalizas

Las hojas verdes de los puerros, los tallos de un brócoli, la piel de la zanahoria, los extremos de un calabacín… además de las peladuras de patata hay muchas otras partes de los alimentos vegetales que se tienden a tirar a la basura sin contemplar qué se podría hacer con ellos. Con todas estas zonas retiradas se puede elaborar un caldo, que puedes congelar para utilizar como fondo de arroces. Como en el caso anterior, hay que lavar muy bien para que no haya restos de arena. Los huesos o la grasa que separas antes de preparar una carne también irán estupendamente en el cado.

En cubitos y al congelador

No imaginas lo útil que es una cubitera en materia de aprovechamiento. Si tienes una planta de albahaca que se está echando a perder puedes picar las hojas y congelarlas en cubitos con aceite de oliva para conservar aceite aromatizado; si se trata de fruta muy madura, córtala en daditos y congela para smoothies o batidos; y si te gusta el café recién preparado pero ha quedado del anterior, rellena una cubitera y tendrás hielos de café para cuando prepares café helado.

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