Tocarse la barriga es un gesto que hemos visto hacer, constantemente, a la duquesa de Sussex, Meghan Markle, y que ha suscitado muchos comentarios. De hecho, muchas personas se preguntan si es normal. Incluso algunos medios británicos han criticado a la mujer del príncipe Harry por posar, recurrentemente, sus manos sobre su tripa en actos oficiales. Sin embargo, la mayoría de las mujeres embarazadas lo hacen y, lejos de ser un 'tic' o un gesto de inseguridad, se trata de algo muy natural que tiene beneficios para la madre y para el bebé. A continuación, te explicamos las razones por las que tocarse la barriga en el embarazo es, absolutamente, normal.
Beneficia a la madre
“La inmensa mayoría de las mujeres embarazadas se tocan la barriga a diario. Se trata de un gesto instintivo que, a lo largo del día, la madre realizará a veces de forma voluntaria, y otras, sin ser muy consciente de ello. Es un gesto que produce gran beneficio en el bebé y en la madre, y solo en caso de irritabilidad en el útero o exceso de contracciones recomendamos no abusar del mismo. Aunque es muy difícil que este movimiento desencadene el parto”, explica la doctora Carmen Navas, ginecóloga del Hospital Vithas La Salud, en Granada.
Instinto de protección
El instinto de protección de una madre hacia su bebé es tan grande que se refleja en sus gestos. De hecho, es muy frecuente que este ademán de ‘sujetarse’ la barriga durante el embarazo se dé con más frecuencia en unas situaciones determinadas. Por ejemplo, “cuando se pasa por un lugar estrecho, o en sitios muy concurridos”, indica la especialista en ginecología.
Alivia las molestias del embarazo
Otra de las razones por las que las mujeres se tocan la barriga cuando están embarazadas es para aliviar las molestias del embarazo. Cuando esto ocurre, la futura madre “realizará el gesto de forma más consciente y dirigida, sobre todo, a partir de las semanas 19 a 20, donde se comienzan a percibir los movimientos fetales y la madre podrá acariciar su barriga en respuesta a los movimientos o para provocarlos”, aclara la doctora Carmen Navas quien, además, añade que, generalmente, lo realizará en los momentos de mayor tranquilidad y relajación o para conseguir bienestar.
Baja los niveles de estrés o ansiedad
Acariciar el vientre también ayuda a reducir los niveles de estrés y ansiedad, sentimientos que se pueden experimentar de bido a un mayor grado de inquietud. Puede ocurrir si se sufre malestar físico o se tienen problemas en el ámbito familiar, laboral, etc. “La comunicación con el bebé originará una ventana de paz y tranquilidad en su día a día, reduciendo de forma importante este nivel de estrés, e iniciando el vínculo afectivo con su bebé”, afirma la especialista.
Mejor desarrollo del bebé
Hoy en día, sabemos que el desarrollo psicoafectivo de una persona se produce, fundamentalmente, en la primera infancia y en la vida intrauterina, de forma que la capacidad de memoria, percepción y respuesta, y las emociones que puedan derivarse de estas acciones, tienen un origen muy precoz, ya en el vientre materno. “La percepción de las caricias de su madre a través de la piel, e incluso, escuchar su voz en ese mismo momento, provocará emociones en el bebé que quedarán guardadas en su cerebro, iniciando así su vínculo afectivo, y su capacidad de respuesta al contacto materno. Estamos hablando del inicio del contacto con el exterior, con su familia y con la sociedad, y de las emociones que se originarán en ese bebé al tener dicho contacto”, recuerda la doctora Navas.
No denota inseguridad
Como decíamos, normalmente, tocarse la barriga durante el embarazo no debe considerarse un problema de inseguridad, ya que es un acto reflejo de muchas embarazadas para comunicarse con su bebé. “En algunas ocasiones, si se ha tenido alguna mala experiencia anterior de pérdida fetal, pueden realizarlo para comprobar que su bebé se encuentra en perfecto estado, aunque estos casos son menos frecuentes”, explica el doctor José Luis Herraiz, ginecólogo del Hospital Vithas Nisa Rey Don Jaime, en Castellón. Tampoco puede considerarse un ‘tic’, como algunas personas piensan, ya que este es un gesto involuntario y repetitivo que adopta una persona de manera recurrente y, “tocarse la barriga en el embarazo es, la mayoría de las veces, un gesto controlado por la gestante”, concluye el doctor José Luis Herraiz.