Bailar es un auténtico placer. De hecho, lo asociamos a situaciones festivos, como salir por la noche y bailar; a las celebraciones populares donde se baila y se ve bailar, como las fiestas de los pueblos, y a un sinfín de momentos que nos hacen disfrutar. Y es que el baile forma parte de la especie humana desde el principio de los tiempos, y ha sido fundamental para hacernos sentir bien y crear relaciones emocionales con otras personas.
De hecho, ser capaces de movernos al ritmo de la música es algo innato a los seres humanos, ya que contamos con el sentido de ritmo desde que nacemos. Esto hace del baile un lenguaje universal, capaz de conectarnos de diferentes maneras. Pero, además, el baile consigue aumentar nuestra fortaleza mental, aumentando nuestras capacidades y haciéndonos sentir bien con nosotros mismos.
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Bailar hace crecer nuestra autoestima y nos ayuda a relacionarnos
El baile es una actividad social que nos ayuda a relacionarnos con los demás. Ir a clases de baile es una excelente manera de conocer gente y de mejorar cómo nos relacionamos con los demás, porque es un auténtico deshinibidor que potencia nuestras capacidades de relacionarnos en sociedad. El punto de partida es que allí donde se junten personas a bailar, se tratará de un grupo de gente que está consiguiendo que su cuerpo se relaje y disfrute con una actividad muy placentera.
Cuando conseguimos crear vínculos positivos con otras personas desde la positividad del baile, nuestra autoestima se ve reforzada. Siempre que encuentres unas clases que se adapten a tu nivel, lejos de sentir vergüenza por bailar con otras personas, lo que harás será mejorar cada día, y eso te hará ganar confianza en ti. Cada nuevo paso de baile es un paso más en la mejora de tu autoestima y tu bienestar.
Y es lógico que así sea, porque bailando nuestro estado de ánimo mejora al distraernos y dejar a un lado las tensiones y preocupaciones diarias. Reduce el estrés de la jornada poniendo música en el salón al llegar a casa y bailando todo lo que te apetezca. No hay mejor manera de decir adiós a todo lo negativo y de conectar con una fuerte sensación de bienestar que te hará sentir más positiva. Cuando bailamos canalizamos nuestra adrenalina y aumentan los niveles de serotonina en nuestro cuerpo, para poder sentirnos más alegres, relajados, y llenos de vitalidad.
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Bailando cuidamos nuestro cerebro
Al bailar, podemos preservar y aumentar la memoria, y con ello prevenir el envejecimiento cerebral. Porque el baile es un ejercicio tan excelente para nuestro cuerpo como para nuestro cerebro, que se ve estimulado con cada nuevo paso de baile que aprendemos. Además, le hace estar atento a todos los movimientos, los propios y los de la pareja, lo que le ayuda a ejercitarse y a ganar agilidad mientras tú disfrutas.
Según un estudio realizado por el American Council on Exercise, bailar al menos dos veces por semana ayuda a prevenir la demencia. Y son varios los estudios que afirman que bailar con regularidad podría reducir los riesgos de padecer Alzheimer.
En Escuela de Medicina Albert Einstein de Nueva York se compara al baile con otras actividades mentales como resolver pasatiempos o leer, además de considerarse una actividad física que pone nuestro cuerpo en forma. Así que no nos faltan razones para comenzar a bailar ya que, además de hacernos sentir bien con nosotros mismos, es una excelente manera de prevenir el envejecimiento cerebral.
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