La mujer y su liderazgo están impactando en nuestra sociedad, aportando una visión diferente en muchos ámbitos. Una visión llamada a transformar la sociedad y a hacer imprescindible considerar el papel de la mujer ante cualquier acción contra la mitigación y la adaptación al cambio climático. Bajo esta premisa se organizaba la última jornada de 'Change the Change', conferencia internacional sobre cambio climático celebrada recientemente en San Sebastián, donde se ha dedicado todo un bloque temático al papel de la mujer. Una cita en la que se ha contado con la participación de interesantes ponentes femeninas, como la co-directora ejecutiva de Greenpeace International, Bunny McDiarmid, o la oceanógrafa de National Geographic y Premio Princesa de Asturias de la Concordia en 2018, Sylvia Earle, quienes han emocionado con sus inspiradores discursos.
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Los océanos, la clave del cambio climático
"Los océanos han sido hasta ahora un pie de página, cuando en realidad son la clave del cambio climático. No sólo regulan las temperaturas, sino que generan la mayoría del oxígeno en el mar y en la atmósfera y facultan los ciclos del agua, del carbono y del nitrógeno", alertó Su Majestad de las Profundidades, como Earle es conocida popularmente en Estados Unidos. Convencida de que la ignorancia y el conformismo son los dos mayores enemigos de la especie humana, mostró algo de optimismo en su discurso, aunque sostiene que aún queda mucho trabajo por hacer: "Está aumentando la conciencia sobre la importancia de los mares para nuestra propia subsistencia. Pero nos está costando entender que hay límites en el océano a la hora de tratar las especies; pues bien, hemos sobrepasado esos límites, y seguimos esperando que los océanos funcionen". Afortunadamente, "hemos aprendido mucho en este último medio siglo y, armados con ese conocimiento, tenemos poder. Esa es la mejor razón para la esperanza", sentenció la oceanógrafa.
Motores para el cambio
Por su parte, McDiarmid centró su ponencia en la insostenibilidad del modelo energético global actual en favor de energías renovables, una transición que, según sus palabras, "no será justa si no incluye al 50 % de la población mundial". "Ellas padecen las consecuencias de la falta de acceso a la energía, por lo que es imprescindible que haya más mujeres en los consejos de administración de las empresas energéticas y eléctricas", resaltó la activista, para quien resulta muy inspirador "ver emerger esos movimientos de mujeres, jóvenes y mayores, que toman las calles, se enfrentan a gobiernos y se niegan a ser ignoradas".
Importantes lecturas de las que se extrae que las mujeres son parte esencial para el cambio a todos los niveles, no solo en el político o empresarial, sino también en el doméstico. Todavía es en ellas sobre quienes recae mayoritariamente el peso de la educación de niños y niñas, así como el cuidado del hogar, unas importantísimas labores que las convierte en motores esenciales para comenzar a tomar conciencia de que, con pequeños gestos, se puede llegar a cambiar el sistema y también el mundo.