Creencias limitantes, un freno que nos impide crecer en la vida
Qué son y cómo modificar las creencias limitantes, uno de los mayores obstáculos que nos autocolocamos delante y que nos dificulta la tarea de avanzar de manera saludable
El camino que recorremos a lo largo de la vida no está libre de obstáculos. Lejos de ser así, los baches, dificultades y retos son una constante a la que debemos hacer frente para seguir hacia delante. Solo aquellos que acepten los cambios, los amortigüen y consigan hacer de ellos una nueva realidad serán capaces de avanzar. Una capacidad que, por otro lado, se encuentra con muchas resistencias; una de ellas, las creencias limitantes.
¿Qué son las creencias limitantes?
"A lo largo de nuestra vida vamos acumulando y construyendo creencias basadas en las experiencias vividas, en los mensajes que recibimos de nuestro entorno, en la interpretación que le damos, hasta que finalmente damos estos pensamientos por válidos y verdaderos, y se automatizan en nuestro inconsciente en forma de creencia", nos explica Nuria Fernández, coach especializada en inteligencia emocional (www.nuriafernandez-coach.com). "Estas creencias pueden ser potenciadoras, ayudándote a conseguir tus objetivos y a superarte cada día, pero el problema llega cuando este tipo de pensamientos repetitivos te paralizan o te limitan", puntualiza.
Una creencia es un acto que afecta a nuestra conducta y si esta creencia actúa como limitante implica "una vida menos saludable, menos plena, donde aparece el miedo y, con ello, las limitaciones". "Al ser tu propia creencia e interpretada como tu verdad absoluta, en lugar de acercarte a tu objetivo te alejan de él", sin embargo, pese a ser algo interiorizado, la buena noticia es que las creencias limitantes se pueden eliminar o cambiar para que actúen como potenciadoras.
¿Cómo modificar una creencia limitante?
Abordamos con la experta el tema, quien nos guía por una serie de pautas para trabajar estas creencias y conductas con el fin de hacerlas virar hacia algo positivo:
- Lo más importante es detectar el problema. Ser consciente de cuál es la creencia, aceptarla sin juicios y querer cambiarla. Si realmente no quieres, el cambio nunca se producirá.
- Necesitarás siempre una motivación, 'un objetivo' ¿Para qué quiero cambiar este pensamiento que me hace sufrir? Para mejorar mi autoestima, para superar mis miedos, para ganar confianza… El 'para qué' hay que tenerlo siempre claro. Este objetivo debe ser siempre real y alcanzable.
- Detecta y analiza qué hay detrás de esa creencia que te limita: miedo, inseguridad, rabia, tristeza…
- Pregúntate si es realmente cierta esa creencia que tienes ¿Es verdad esto que pienso? ¿Del 1 al 10, que nivel de verdad tiene este pensamiento?
- Encuentra el origen. Cómo, cuándo, dónde y por qué se formó. ¿Fue por algo que te dijeron o escuchaste? ¿Se ha formado por tus propias vivencias? ¿Quién te ha hecho pensar así? Si no lo sabes, la creencia no es real, es un acto inconsciente, sin fundamento, por lo tanto es mucho más fácil dejar de pensarlo.
- ¿Cómo eres cuando tienes ese pensamiento? ¿Cómo te comportas? ¿Cómo te sientes? Pregúntate si esta creencia te acerca o te aleja de tu objetivo.
- Crea una frase con tu creencia limitante y cámbiala a potenciadora. Conviértela en positiva a través del lenguaje y repite esa frase todas las veces que puedas, cuantas más mejor. De esta forma el pensamiento positivo tendrá más fuerza que el negativo.
- Visualízate. ¿Cómo serías con esa nueva creencia positiva? ¿Cómo sería tu vida?
- Empieza a introducir esta nueva creencia en tu vida a través de pequeñas acciones que le den sentido
- Si es necesario, pide ayuda. A tus familiares, amigos, a un profesional… Otra limitación muy común es pensar que al pedir ayuda para superar un problema eres menos fuerte o menos capaz. Este comportamiento lleva a la frustración y sufrimiento.
- Por último, siéntete merecedor de esa nueva creencia potenciadora a la que estás intentando llegar. No hay lugar para el miedo. Déjala fluir en tus pensamientos y disfruta. "Lo que crees, creas".