Cuando buscamos mejorar en nuestro día a día, la psicología que reside en los libros de autoayuda pueden darnos un nuevo punto de vista para entendernos mejor, tanto nuestros actos como las motivaciones que nos empujan a realizarlos.
El japonés Kenichi Sakuma se ha convertido en un gurú del fitness para las modelos de todo el mundo. Su método (El método Sakuma, publicado en castellano por la editorial Kitsune Books; 11,90 €) promete adelgazar y conseguir una figura saludable desde la segunda semana de entrenamiento, y de una forma muy sencilla. El secreto de Sakuma es recurrir al ejercicio moderado y a una dieta alta en proteínas. Sin ejercicios complejos ni dietas milagro.
Según Sakuma, cinco minutos al día son suficientes. Según los testimonios de quienes lo ha probado, parece que funciona; y no solo eso, sino que puede mantenerse en el tiempo pues realmente no se trata de una operación bikini, sino de la integración de hábitos saludables en nuestro día a día, que mejoran nuestra figura desde el ejercicio y la nutrición, pero sin exigirnos grandes esfuerzos o sacrificios.
Como buen japonés, Sakuma ha basado su método en la búsqueda del equilibrio. Según él, si conseguimos utilizar nuestros músculos de forma equilibrada, estaremos consiguiendo perder peso sin darnos cuenta, poniendo el foco en los músculos que no solemos utilizar y que realmente son la llave para quemar grasas, como la musculatura de los omoplatos o la zona superior de la cadera, que no son importantes en sí mismos por la grasa que se acumula, sino porque cuando están trabajados ayudan a que el resto del cuerpo se equilibre y el trabajo sobre otras zonas sea más efectivo.
Cuando tu cuerpo aprende a realizar estos ejercicios, no estás realizando un gran esfuerzo para mejorar tu cuerpo, pero sí estás beneficiándote de las ventajas de pensar en él y tratar de modelarlo para sentirte más saludable. El método de Sakuma no solo busca la pérdida de grasa, sino también la tonificación y mejorar la flexibilidad.
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Claves de alimentación
Según Sakuma, debemos consumir proteínas de calidad y en cantidad. Así estarás aumentando la masa muscular y mejorarás el metabolismo basal. Según este método, por cada kilo de tu cuerpo, puedes consumir 1,5 gramos de proteínas al día. Las de mayor calidad las encontrarás en los huevos, la carne y el marisco.
Además, Sakura apunta a que no debemos hacer el desayuno muy tarde sino, como mucho, media hora después de levantarnos. Esto tiene que ver con que el momento en el que nos despertamos es el intervalo de tiempo en el que nuestro metabolismo puede aprovechar mejor la energía del desayuno, y si dejamos pasar el tiempo obtenemos el resultado contrario: ganar peso.
Reducir el volumen del tren inferior
Con este ejercicio muy sencillo podrás estimular los músculos bajo los omoplatos, los que tienen relación con el aparato respiratorio y la superior e interior de los glúteos. Además, estarás trabajando los músculos de la pelvis.
Túmbate boca abajo y pon ambas manos sobre la cabeza, mientras metes la barbilla hacia dentro. Ahora levanta la parte superior del tronco a la vez que también alzas las piernas todo lo posible, que deben permanecer rectas y sin flexionar la rodilla. Ahora cierra las piernas empujando la una contra la otra durante diez segundos, y ahora dedica otros diez segundos a cruzar ambas piernas, empujando. Vuelve a empezar y repite este ejercicio tres veces.
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Tonificar los glúteos
Este ejercicio propone estimular unos músculos que suelen permanecer sin ejercitar de forma habitual, se trata de los la parte superior y lateral de la cadera. De esta manera estaremos tonificando y corrigiendo su rotación, aliviando un problema postural muy común que conduce a las piernas arqueadas. Así, reducirás volumen en los muslos y lucharás contra la celulitis.
El ejercicio es muy fácil: túmbate en el suelo, boca abajo, y cruza los tobillos abriendo bien las rodillas. Después, levanta los muslos desde el suelo, y levanta las piernas, separando bien las rodillas desde el suelo.
Marcar la curva de la cintura
Fruto del estrés y de la vida ajetreada que llevamos, es común que vivamos alzando los omoplatos y los mantengamos así durante todo el día. Esto, que no es una decisión voluntaria, se debe a una mala postura que arrastramos en nuestra forma de sentarnos y de caminar. Si conseguimos bajar los omoplatos, estaremos ahorrando energía al caminar y favoreciendo un movimiento más orgánico del resto de músculos que le rodean. De esta forma, al ejercitar los omoplatos, estamos favoreciendo marcar la curva de la cintura.
Para realizar este ejercicio simplemente siéntate en la cama y pon las manos a ambos lados de la cadera. Ahora sube un lado de la cadera, sin realizar ningún movimiento de hombros. Así, levanta la pierna derecha durante tres segundos, bajala y realiza el mismo ejercicio con el lado izquierdo. Repite diez veces.
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