Estos consejos nutricionales te ayudarán a no tener ni dolor de estómago ni gases
Hay enfermedades que pueden producir dolor de estómago y flatulencias, pero lo habitual es que se deba a causas que podemos modificar introduciendo cambios en nuestro estilo de vida
La mayoría de nosotros hemos sufrido dolor de estómago, abdominal, vientre hinchado y flatulencias en alguna ocasión. Sin embargo, gran parte de la población lo sufre con frecuencia e, incluso, de forma crónica. A pesar de que puede haber una causa orgánica, el estrés y el estilo de vida pueden ser los responsables. La buena noticia es que podemos introducir cambios en nuestros hábitos y la rutina diaria, modificaciones sencillas que aliviarán el dolor. La nutricionista y colaboradora de ¡HOLA! Marta Lorenzo nos explica qué cómer y cómo debemos hacerlo para acabar con estos problemas, muy típicos en la población.
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Dolor de estómago y gases: un mal de nuestra sociedad
Los dolores de estómago, y de la zona abdominal en general, están a la orden del día, ya que un porcentaje muy alto de la población los sufre a diario, llegando incluso a tener que tomar medicamentos como los protectores de estómago o antiácidos con más frecuencia de la que se recomienda. Y es que, la mayoría de estos fármacos pueden aliviar el malestar en el momento, pero no solucionan la verdadera causa que produce el problema. Por ello, cuando el dolor de estómago se manifiesta repetidamente, o si se sufren muchos gases sin asociarlo a comidas flatulentas, es aconsejable acudir al médico para que averigüe cuál es el origen de estos trastornos.
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Es cierto que existe cierta predisposición, pero existen otros muchos factores que pueden ser todavía más relevantes:
- Estrés. Desde hace tiempo, el estrés y la ansiedad se han asociado con los problemas gástricos. Esto es debido a que existe una estrecha vinculación entre el sistema nervioso y digestivo. Las sustancias que se activan cuando estamos atravesando una etapa de más nervios pueden aumentar la secreción de ácido. Además, cuando estamos estresados cambia nuestra percepción del dolor. Por ello, si somos más susceptibles a sufrir molestias gastrointestinales, si lo estamos pasando mal, lo notaremos más.
- Malos hábitos alimentarios. No llevar un ritmo de comidas adecuado, comer a destiempo, rápido y mal, picotear a todas horas, saltarse comidas o atiborrarse después, así como cenar mucho son hábitos que no se puede permitir una persona con predisposición a los dolores estomacales. Estos dificultan las digestiones y provocan más dolor y gases.
- Dieta poco equilibrada y sana. Un exceso de grasas saturadas, falta de ingesta de verduras y frutas y, con ello, de fibra, el aporte de azúcar en altas cantidades, etc puede provocar que tu aparato digestivo se resienta.
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Teniendo en cuenta lo dicho, estas recomendaciones pueden aliviar el dolor estomacal, siempre que, como hemos dicho, el médico haya descartado una causa orgánica que produzca el malestar:
- No comer grandes cantidades: es preferible comer más veces pero menos cantidad, para no cargar al estómago con mucha comida que provocará digestiones pesadas y lentas.
- Comer despacio: ayuda a digerir mejor los alimentos, además de prevenir el sobrepeso. Ten en cuenta que nuestro cerebro tarda unos 15 minutos en sentirse saciado. Además, comer más lento nos ayuda a prevenir los gases, otra complicación añadida y frecuente en personas que tienen problemas de estómago.
- Reducir los fritos y alimentos ricos en grasa: las digestiones son más pesadas. Lo ideal es cocinar alimentos frescos, bajos en grasa, a la plancha, horno o vapor y con poco aceite durante la cocción.
- No picotear: es un hábito que debemos eliminar radicalmente en todos los casos, ya que, además de engordar mucho, estás sometiendo al estómago a una digestión constante nada saludable dando lugar a gases y dolor.
- Evitar bebidas con gas y alimentos que nos resulten indigestos: para ello, hay que conocerse bien y saber qué nos sienta peor (se puede llevar un diario para averiguar qué alimentos relacionamos con digestiones más pesadas y dolorosas).
- Qué tomar para aliviar el dolor: para eliminar o reducir los gases, las infusiones de hinojo o añadir comino a las comidas puede resultar medidas muy eficaces.
- Hacer ejercicio como caminar: Andar diariamente e intentar realizar ejercicio: el movimiento, en general, ayuda a la movilidad intestinal, reduciendo los gases o ayudando a expulsarlos y mejorando las digestiones, además de reducir la ansiedad que nos arrastra a comer fuera de hora.
- Comer alimentos ‘reales’: mantén una alimentación saludable rica en frutas y verduras, reduciendo aquellos alimentos ricos en grasas saturadas y alimentos precocinados y procesados.
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