'Bikram yoga' o, como también se le conoce, 'Hot yoga' (yoga caliente), ha llegado para quedarse. Son muchos los que adoran esta disciplina y acuden a su centro dispuestos a dar lo mejor de sí mismos durante los 90 minutos que duran las clases. Pero no le faltan detractores. Y es que se cuestiona si este tipo de ejercicio es saludable o puede acarrear riesgos para la salud. ¿Qué nos dicen los expertos?
Ana Badino, directora del centro Bhavana Yoga en Madrid y profesora con más de 15 años de experiencia, no lo ve saludable desde el punto de vista fisiológico”. La experta nos invita a realizar la siguiente reflexión: “si no nos planteamos hacer ningún otro ejercicio físico intenso a 40º, como por ejemplo, jugar un partido de fútbol, correr o tenis, ¿por qué iba a ser bueno si la actividad que escogemos es yoga?”.
"Si alguien tiene la curiosidad de probarlo, que lo intente, pero que se informe bien y busque un centro con buenos profesionales. Sin embargo, hay otras variantes del yoga y algunas muy recomendables para el bienestar físico y psíquico, como el 'Hatha yoga' y con beneficios contrastados tanto para personas que gocen de buena salud como pacientes de enfermedades como las cardiovasculares", señala la cardióloga Amelia Carro, miembro de la Junta Directiva de Prevención y Rehabiltación Cardiaca y actual Coordinadora Nacional del Grupo de Trabajo de Cardiología Deportiva de la Sociedad Española de Cardiología. La especialista en corazón, que además, es practicante de yoga y profesora en formación para acercar los beneficios de esta disiciplina a sus pacientes, recuerda que es muy importante buscar una técnica que "nos guste y con la que estemos realmente cómodas".
Sin embargo, la doctora aconseja que antes de empezar a hacer 'Bikram yoga' o cualquier otra actividad se realice un chequeo médico. "No es necesario pedir cita al cardiólogo si no se padece ningún problema. Los controles que se hacen en el centro de salud, en el que se mide la tensión arterial, las pulsaciones, etc, son suficientes para detectar un problema que impida o desaconseje realizar este tipo de actividades", señala la especialista en corazón.
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Deshidratación, problemas óseos y más estrés
El principal riesgo del 'Bikram yoga' es la deshidratación, con todos los problemas asociados. La deshidratación se produce cuando la excreción de líquidos excede al consumo de éstos y da como resultado un balance negativo del agua corporal. No tomar la cantidad suficiente de agua, por su parte, puede provocar sensación de confusión, fatiga, somnolencia, dolor de cabeza y, en algunos casos, pérdida de consciencia. La pérdida de líquidos leve puede producirse de forma relativamente rápida si se realiza deporte intenso, ejercicio físico moderado o actividades laborales que requieran un importante gasto o si se realizan en condiciones de calor.
El doctor Juan Carlos Segovia, especialista en Medicina Deportiva, recuerda que, básicamente, se trata de forzar el cuerpo a una temperatura para ‘hacer ver’ que al sudar antes se trabaja más. Sin embargo, no hay que perder de vista que cualquier deporte hay que practicarlo en condiciones idóneas, ya que cuando lo hacemos en condiciones extremas, el organismo hace un esfuerzo para combatir el exceso de calor, con lo que aumenta el riesgo de deshidratación y de hipertermia –aumento de la temperatura corporal-.
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Por otro lado, recuerda Ana Badino, “el calor ambiental da una peligrosa sensación de falsa elasticidad, ya que el mecanismo de regulación térmica del cuerpo irriga los tejidos superficiales, pero no los profundos, en especial los tendones y ligamentos, que sin una preparación adecuada son sometidos a las demandas de una exigente serie de posturas”.
Otro aspecto que no comparten los especialistas en yoga tradicional es el hecho de respirar en un ambiente ‘viciado’ y lleno de toxinas, debido al sudor que desprenden los cuerpos sometidos a un ejercicio intenso a altas temperaturas.
Y, por último, el objetivo del 'Bikram yoga' parece contradecir el genuino espíritu del yoga tradicional: poner la práctica al servicio del cuerpo, y que por ello invita a la calma, a escuchar el cuerpo, a no forzar las posturas y nunca fomenta un espíritu competitivo para ser “el mejor completando una ostentosa serie de intensas posturas, aunque eso nos cueste una lesión porque no hemos sabido aceptar nuestra limitaciones y hemos forzado innecesariamente nuestro cuerpo a través de una o varias de esas posturas, que pueden estar muy lejos de nuestras necesidades reales. Además, esta serie es fija y no contempla variaciones de acuerdo a las características de cada cuerpo: la versátil flexibilidad de la práctica del yoga desaparece cuando se pone al cuerpo al servicio de la práctica”, advierte la profesora de yoga.
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No es un ejercicio apto para todos
Como decíamos, este tipo de ejercicios no están indicados para todos. Pero, sobre todo, las personas que tienen la tensión arterial baja, problemas de corazón u otras enfermedades crónicas. "Las personas con problemas cardiovasculares no deben realizar este tipo de ejercicio, porque puede ser malo para el sistema cardiovascular. Cuando el cuerpo se encuentra en estas condiciones, los vasos sanguíneos se dilatan y baja la presión sanguínea. Si se están tomando fármacos para la hipertensión, el efecto del fármaco puede amentar. Por otro lado, para compensar la baja presión, la frecuencia cardiaca aumenta. En un paciente con una enfermedad del corazón, este incremento puede acabar provocando una arritmia o, incluso, una angina de pecho".
Asimismo, no hay que forzar el cuerpo si se sienten dolores en las posturas y, si durante la sesión aparecen síntomas de indisposición, parar o, incluso, salir de clase o hablar con el instructor si se presentan mareos, zumbido de oídos, náuseas, agotamiento o confusión.
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