Dr. Eduardo Junco

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Los problemas de voz son un síntoma muy frecuente en nuestra sociedad y nuestro entorno. La razón principal que los causa se encuentra en las alteraciones de la laringe y, sobre todo, de las cuerdas vocales, que son las estructuras, junto con la lengua, el paladar y los labios, que intervienen en la voz humana.

Conviene recordar que lo que llamamos, vulgarmente, afonía no es tal, pues ésta indica una pérdida total de la voz. Por el contrario, la disfonía, mucho más frecuente, es una alteración que produce ronquera, distorsión y dificultad para la expresión oral.

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¿Cómo surge la voz y qué partes del cuerpo intervienen?

La laringe es una estructura anatómica móvil localizada al inicio de la vía respiratoria, formada por un complejo soporte  del que forman parte diversos cartílagos, músculos, membranas y ligamentos, que con su movilidad proporcionan las importantes funciones que tienen lugar en el aparato respiratorio:

Protección. Actúa como esfínter o válvula que impide la entrada en la tráquea y los pulmones de elementos que puedan perjudicar al aparato respiratorio.

Respiración. Se produce a través de la laringe.

Fonación. Las cuerdas vocales son las estructuras más importantes en la articulación de los sonidos que forman las palabras.

¿Qué causa la pérdida de voz o las alteraciones que se producen?

Existen diferentes tipos de disfonías, según la causa que las produce, pudiéndose clasificar en disfonías orgánicas, funcionales, psicógenas, traumáticas y audiógenas.

Disfonías orgánicas: La inflamación y el edema de las cuerdas vocales son las causas que las producen. Las infecciones víricas o bacterianas son el origen más frecuente. Por otro lado, la alergia, el asma, las alteraciones metabólicas, los nódulos benignos, los pólipos y los tumores también producen disfonías crónicas.

En los niños, la respiración bucal, las malformaciones congénitas de boca y nariz y la laringomalacia (anomalía congénita que provoca una respiración ruidosa) son las causas más comunes de disfonía.

Disfonías Funcionales. Pueden producirse por un bajo tono muscular laríngeo (disfonías hipocinéticas) o por un tono muscular elevado (disfonías hipercinéticas). Hablar en exceso, gritar, forzar la voz y la inhalación de tóxicos, humos o sustancias contaminantes son las causas más frecuentes.

Disfonías Psicógenas. El trastorno psicológico está en el origen de estas disfonías. 

Disfonías Traumáticas. Están producidos por traumatismos, físicos o químicos, así como quemaduras.

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Cómo prevenir los problemas de la voz

Para prevenir la disfonía, sobre todo, aquella que se aparece con frecuencia, hay que actuar a nivel ambiental y educacional. 

Prevención ambiental

• Evitar los cambios bruscos de temperatura y humedad.
• Evitar ambientes cargados, humos, tóxicos, etc.
• El tabaco y el alcohol son irritantes laríngeos.
• Controlar la ansiedad y el estrés.
• Evitar comidas y bebidas fuertes e irritantes.
• Algunos medicamentos pueden secar la laringe.
• Prevenir las infecciones víricas y bacterianas.

 Prevención educacional

• Respirar correctamente por la nariz.
• Vocalizar sin forzar la voz.
• No carraspear.
• No chillar ni gritar.
• No cantar de forma forzada.

¿Qué hacer si sufro disfonía?

• Hablar lo indispensable, solo cuando sea necesario.
• Aprender a relajarse.
• Mantenerse bien hidratado.
• Dormir entre seis y ocho horas por día.

Tratamientos para los problemas de voz 

El tratamiento de las disfonías dependerá de la causa que la produce.

Medicamentos. Si es debido a una infección o inflamación, puede ser necesario un tratamiento antibiótico, antiinflamatorio, descongestivo, fluidificante así como controlar la humedad ambiental.

Cirugía. Si se debe a lesiones orgánicas y anatómicas puede ser necesaria una intervención quirúrgica.

Logopeda. La actuación y el tratamiento de un especialista en problemas de voz es fundamental en todas ellas. La reeducación de la voz y su buen uso mejoran la sintomatología de forma rápida y eficaz.

No hay que olvidar que la premisa fundamental para curar una disfonía es “mantener la boca cerrada el mayor tiempo posible”. No hablar y mantener las cuerdas vocales en reposo es lo más beneficioso para una curación rápida y definitiva.   

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