Cómo ser feliz sin caer en la obsesión y sin que te engañen

El bienestar y la gestión de las emociones se han convertido en tendencia. Pero también es fácil caer en la obsesión, alimentada por falsos expertos. De la mano de varios especialistas en psicología y el testimonio de una víctima de las pseudoterapias, te explicamos si es posible alcanzar la felicidad y cuándo sospechar que te están engañando

Por Nuria Safont

No hay ninguna duda de que el desarrollo personal, la gestión de las emociones, y la necesidad de alcanzar la felicidad está de moda. De hecho, ¿cuántos de nosotros no nos hemos detenido a leer un artículo sobre 'cómo ser feliz' o nos hemos interesado por métodos o terapias que nos ayuden a lograr el bienestar? Puede ser, incluso, una necesidad. “Últimamente, vivimos un síndrome de malestar emocional”, nos recuerda el psicólogo Rafael Santandreu. Como muestra un botón: el experto indica que más del 30% de la gente "está mal" y considera que se trata de una "proporción salvaje".

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El especialista, que además es escritor, recuerda que nunca antes en la historia de la humanidad había sucedido esto. ¿Por qué?  “Esto se debe a que la vida es cada día más exigente y nos volvemos más severos con nosotros mismos sin darnos cuenta: "¡Si no lo hago todo bien, soy un gusano de la peor especie!" Por eso, necesitamos más que nunca mucha educación emocional o en valores, para permanecer cuerdo en un mundo tan loco”, afirma.

Con este panorama, no es extraño que surjan numerosas terapias, algunas dirigidas por especialistas de dudosa procedencia. Y eso aumenta el riesgo de que caigamos en el engaño del crecimiento personal. “Efectivamente, el llamado ‘crecimiento personal’ está lleno de trampas. Pero, ¿de cuáles hablamos? El desarrollo y los libros de autoayuda, que muchas veces son el complemento teórico que acompaña este tipo de terapias, persiguen la felicidad como un imperativo. Vienen a decir que la felicidad plena es posible y que si uno no accede a ella es porque no está haciendo lo correcto ni lo que debe hacer. Este tipo de postulados no hacen más que incrementar la angustia y la frustración, ya que en muchas ocasiones, además de no conseguir los resultados esperados, incluso siguiendo todas las indicaciones de la terapia, aparece un fuerte sentimiento de culpa asociado a la idea de fracaso”, advierte Sergi Vilardell, de Psicoclínica Barcelona y miembro de Doctoralia. 

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¿Genéticamente programados para ser felices?

Así le ocurrió a Josep Darnés, un ingeniero de caminos que, durante una década, asistió a infinidad de tratamientos y talleres para acabar con su sufrimiento. Sin embargo, ahora reconoce que el camino que estaba tomando era el equivocado.

Darnés opina que es natural querer evitar el dolor psíquico, puesto que a nadie le gusta pasarlo mal. Pero también nos recuerda que este forma parte de la vida, al igual que la alegría, y que no podemos olvidar que son inherentes a nuestra existencia.  “El problema está en ‘la industria de la felicidad’ que nos quiere vender estas ‘recetas contra el malestar’, pero que en la mayoría de los casos no sirven de nada y son puro marketing. Solo hay que ver los datos: el 80 por ciento de las personas que compran un libro de autoayuda vuelven a comprar otro al cabo de poco tiempo”, explica Darnés.

El ingeniero, que acaba de publicar el libro ‘La burbuja terapéutica’ (ed. Arpa), señala que, constantemente, nos presionan para que seamos felices sí o sí, cuando no estamos hechos para la felicidad, sino para la supervivencia.  Además, continúa, “nos invitan a seguir 'unos sencillos pasos' para conseguir la anhelada felicidad cuando eso casi nunca se va producir. La realidad de cada uno es algo mucho más compleja: nuestro entorno, dónde hemos nacido, crecido, las oportunidades que hemos tenido, la salud de la que disponemos, el carácter heredado, nuestros vaivenes hormonales, cada persona es un mundo. La industria de la autoayuda es básicamente un negocio que intenta vender soluciones muy sencillas a problemáticas muy complejas, con unos beneficios económicos millonarios año tras año”, opina Josep Darnés.

Otra de las tendencias más habituales en el crecimiento y desarrollo personal es el de la gestión emocional. ¿Qué significa exactamente? ¿Podemos, de verdad, aprender a 'gestionarlas'? La realidad no debe ser tan sencilla y, según indica Josép Darnés, parafraseando a Julio Cortázar,  "a veces no necesitamos que alguien nos arregle, a veces sólo necesitamos que alguien nos quiera, mientras nos arreglamos nosotros mismos”. Y es que Darnés  considera que, “de alguna manera, nos pasamos el día 'gestionándolas' dentro de nosotros ¡Esa es la verdadera autoayuda! La que hago conmigo mismo para tirar para adelante. Y cuando esta 'gestión' no funciona es cuando debemos acudir a un buen profesional que nos ayude. Insisto en lo de 'buen' profesional: que encuadre bien cuál es el problema y nos ayude a estar mejor”, aconseja

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Cómo distinguir una terapia eficaz de una pseudoterapia

No siempre es fácil. Y mucho menos cuando no estamos atravesando el mejor momento de nuestra vida y lo que estamos buscando es acabar con aquello que nos impide vivir. Por ello, es esencial tener información previa. Santandreu nos da alguna pista:

Para saber si una terapia es fiable, “yo siempre me preguntaría si está validada científicamente. Los profesionales colegiados hacemos estudios de eficacia sobre todo lo que hacemos porque, de lo contrario, nadamos en aguas turbulentas. Siempre hay quien te va ofrecer curas milagrosas, sin esfuerzo y sin trabajo”.

Por tanto,  una forma de distinguirlo es buscar por internet estudios sobre eficacia. “Tienen que haber sido realizados por universidades y publicados en revistas científicas. Si ves que no los hay, lo más seguro es que se deba a que esa terapia no es eficaz. Te aseguro que si algo fuese muy, muy eficaz, el responsable de esa terapia enseguida la validaría con muchos estudios porque eso le daría la mayor resonancia”, asegura el especialista en psicología.

El psicólogo Sergi Vilardell se muestra más laxo sobre la necesidad de buscar una terapia ‘científicamente probada’. “La evidencia científica se ha convertido en la religión de nuestro tiempo. Es cierto que hay que estar advertidos de los riesgos de algunas psicoterapias, que carecen del rigor suficiente. No obstante, hay que tener presente que no existe un tipo de psicología que sea efectiva para todos los casos”, señala. El psicólogo recuerda que cada persona es diferente y que eso hace que no se pueda hablar de la efectividad de un modo universal. “El mejor consejo es que, antes de iniciar una terapia psicológica, la persona se informe bien acerca del método, ya que puede haber diferencias considerables.  Es importante que el profesional disponga de la formación y de la experiencia suficiente para llevar a cabo un buen diagnóstico, que servirá para orientar el tratamiento en la dirección adecuada”, indica Vilardell. Por ejemplo, no es lo mismo una psicoterapia dirigida a tratar los síntomas (ansiedad, tristeza, angustia…), que una que apunte, también, a las causas de dichos síntomas.

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¿Y si decido comprarme un libro de autoayuda?

De nuevo, insistimos, busca uno escrito por un buen profesional, con años de ejercicio y que tenga prestigio entre sus colegas de profesión.  “Por ejemplo, para el tratamiento del trastorno obsesivo, todos los psicólogos sabemos que Edna Foa es un referente. Ella ha dirigido durante 40 años un centro dedicado sólo a ese trastorno”, aconseja Rafael Santandreu. Por otro lado, el experto recomienda huir de las especulaciones así como todo aquello que tenga que ver con la ‘ley de la atracción’ y similar. “Son de la familia de los curanderos, adivinadores y vendedores de crece-pelo. Su conocimiento de cómo funciona la mente y sus trastornos es simplemente ridículo”, concluye el psicólogo.

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