Mitos sobre el reciclaje que es hora de desterrar
A día de hoy, millones de personas han incorporado el reciclaje a su vida y son conscientes de lo importante que es para cuidar del planeta en un momento tan crítico como este. Pero también circulan algunas ideas falsas acerca del reciclaje que pueden impedir que otras personas se sumen a un gesto tan sencillo como indispensable.
Los procesos de reciclaje y el consumo de productos reciclados son de vital importancia a la hora de cuidar del medio ambiente. Pero existen ciertos mitos que hacen pensar a mucha gente que reciclar no es tan importante como se dice, o que incluso puede ser perjudicial para el medio ambiente. Te desmontamos algunos de los más extendidos, y si escuchas alguno nuevo, no lo dudes ni por un instante: el reciclaje es una acción clave para cuidar de nuestro planeta.
Los envases fabricados con materiales reciclados tienen mala calidad
Para nada. Y cuanto antes desterremos esta idea, antes formaremos parte de la cadena de reciclado, porque empezaremos a consumir estos envases con la confianza que merecen. El material reciclado permite que se fabriquen con la misma calidad que si utilizásemos materias primas vírgenes, incluso para las botellas de agua (con plástico PET) y otros envases alimentarios.
También podemos obtener muebles, textiles y numerosos objetos de uso cotidiano, fabricados a partir de otros objetos reciclados sin que eso afecte lo más mínimo a su calidad. En el diseño de ropa se han aventurado con materiales reciclados diseñadores como Moisés Nieto o marcas como Ecoalf.
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Separamos la basura en contenedores pero luego en el camión lo mezclan todo
Puede que afirmes esto porque has visto con tus propios ojos cómo se introduce todo en el mismo camión. Pero lo cierto es que los camiones de reciclaje están dotados de un sistema bicompartimental en su interior que impide que los residuos se mezclen. De esta manera se puede recolectar a la vez diferentes tipos de residuos.
Reciclar es más contaminante que fabricar un producto nuevo
El modelo de reciclaje continuo que pretende que se consuma productos reciclados, y que estos, a su vez, vuelvan a ser reciclados tras su uso, ofrece una economía circular que supone la reducción de las materias primas, del consumo energético y una disminución del gasto en la producción.
Un producto que se fabrica desde cero causa un daño mayor al medio ambiente que uno que es el resultado de un proceso de reciclaje, ya que siempre será menor el gasto de agua y energía.
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En las plantas de reciclaje se junta lo que hemos separado
En España existen numerosas plantas de reciclaje, y en ellas los residuos son tratados de manera diferente según su material. Existen métodos tanto manuales como automáticos para llevar las separaciones a cabo y para limpiar los residuos de manera que puedan convertirse en materia prima que permita fabricar nuevos productos.
Que yo recicle no va a cambiar las cosas
Muchos pequeños gestos unidos se convierten en un gran avance. De hecho, lo cierto es que no solo la aportación individual es necesaria, sino que es el gesto más importante a día de hoy y el que más resultados ofrece. Imagina qué pasaría si de un día para otro todos dejáramos de consumir envases de plástico, si de verdad como sociedad tomáramos las riendas del grave asunto que supone el deterioro del medio ambiente y el cambio climático en el planeta. Y en realidad el gesto es tan sencillo como llevar al contenedor adecuado los residuos que generamos en casa. Piensa cada vez que recicles que millones de personas están haciendo lo mismo que tú, y que todos tenéis un mismo objetivo común de vital importancia: cuidar el mundo en el que vivimos.
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