Cuando sabemos que un niño tiene cáncer se nos parte el alma. Sin embargo, no hay que olvidar que las enfermedades oncológicas infantiles tienen un porcentaje de curación del 80 por ciento, gracias a los métodos de diagnóstico, más conocimiento del nombre y apellidos del tumor y avances en los tratamientos. El fomento de la investigación es esencial, de ahí que fundaciones como Intheos no cesen su empeño en recaudar fondos para que se sigan encontrando nuevas vías para diagnosticar y tratar estas enfermedades.
En el Día Mundial contra el Cáncer Infantil, que se celebra hoy 15 de febrero, entrevistamos a la doctora Blanca López-Ibor, Jefe de la Unidad de Oncología Pediátrica del Centro Integral Oncológico Clara Campal-HM CIOCC de HM Hospitales. La experta en oncología infantil nos explica qué tipos de cáncer son los más frecuentes, por qué el organismo de los pequeños es más sensible a la quimioterapia y, por tanto, la tasa de curación es alta. Asimismo, la oncóloga sugiere que los padres no pierdan de vista "que el niño es un niño, no un cáncer".
¿Cuáles son los principales tipos de cáncer que afectan a los niños?
El cáncer infantil es una enfermedad poco frecuente, que afecta a 1.300 niños y adolescentes (0-18 años) cada año en España. Dicho de otro modo, aproximadamente 15 niños (0-14 años) por cada 100.000 habitantes y año y 21 adolescentes (14-18) por cada 100.000 habitantes y año son diagnosticados de cáncer.
Si dividimos por grupos de edad los cánceres más frecuentes, de los 0-14 años son:
- Leucemia linfoblástica aguda (LLA), que representa un 25 por ciento de todos los cánceres en este grupo de edad
- tumores cerebrales, que representan un 20 por ciento
- Neuroblastoma, con un 7por ciento
- Tumor de Wilms con un 6 por ciento
- Linfoma no Hodgkin, un 6 por ciento
Asimismo, existe un variado grupo de tumores que incluye la enfermedad de Hodgkin, el osteosarcoma, el tumor de Ewing, los rabdomiosarcomas, los sarcomas de partes blandas, los tumores germinales y retinoblastoma.
De los 15 a 19 años, los más frecuente son:
- Enfermedad de Hodgkin (16 por ciento)
- Tumores germinales (14 por ciento)
- Tumores cerebrales (9 por ciento)
Así como un grupo en el que se incluyen el cáncer de tiroides, melanoma, linfoma no Hodgkin y leucemia.
Los tumores pediátricos son de origen embrionario a diferencia de los tumores del adulto que son de origen epitelial. No se pueden prevenir como la mayoría de los cánceres del adulto. Los niños no tienen cáncer de mama, ni de colon, ni de próstata ni de pulmón.
Cada cáncer es distinto y tendrá síntomas diferentes, no obstante, ¿hay señales de alarma que nos puedan indicar que nuestro hijo puede sufrir esta enfermedad?
Como decía, el cáncer, una enfermedad frecuente en el adulto, es infrecuente en el niño y adolescente. Generalmente, es difícil realizar un diagnóstico precoz porque su sintomatología puede ser inespecífica y común con enfermedades infantiles banales. Sin embargo, su diagnóstico precoz es muy importante, ya que puede asociarse a un mejor pronóstico, menor tratamiento y menor índice de complicaciones debidas al tumor o a la terapia.
La formación de pediatras generales, médicos de familia, pediatras de las urgencias en los signos de alarma de cáncer infantil es muy importante.
Los signos y síntomas de alarma del cáncer infantil pueden ser: mal estado general, fiebre de varios días de evolución o intermitente, adenopatías, cefalea, masas en partes blandas, aumento de tamaño del hígado o del bazo, una masa abdominal, sangrado en la orina, dolor óseo, entre otros muchos.
Estas enfermedades, ¿son más agresivas en los pequeños?
No son más ni menos agresivas. Tienen sus características propias que derivan de originarse en tejidos embrionarios y tener un desarrollo más rápido que los adenocarcinomas del adulto. Este hecho les hace más sensibles a la quimioterapia y, por tanto, más curables.
¿Cuál es el porcentaje de curación?
El cáncer infantil en los países desarrollados como el nuestro es una enfermedad curable en el 80 por ciento de los casos.
¿Podría hablarnos de los avances más importantes en los últimos años?
Los avances en las últimas décadas han sido de toda índole:
Avances en los métodos diagnósticos: nos permiten clasificar las enfermedades oncológicas en grupos de riesgo con el fin de disminuir el tratamiento que damos a los niños con tumores de bajo riesgo, así como mantener un tratamiento más intenso en los de alto riesgo.
Avances en el diagnóstico radiológico: en los tumores cerebrales, por ejemplo, con el empleo de resonancia magnética de 3T y estudios de difusión, perfusión y espectroscopia.
Avances en las características moleculares del tumor: por ejemplo, de las leucemias y tumores sólidos.
Avances en las técnicas de tratamiento: tanto en el tratamiento quirúrgico, neuroquirúrgico, de radioterapia y nuevos fármacos (estos, más personalizados)
¿Hacia dónde se dirige investigación?
Hacia la mejor caracterización de las alteraciones moleculares específicas de cada tumor en concreto, hacia el diseño de paneles personalizados en cáncer infantil y desarrollo de nuevos fármacos o utilización de los ya existentes para el tratamiento dirigido a bloquear dichas alteraciones.
¿Cuáles son los principales escollos en cáncer infantil?
España es un país en el que la oncología pediátrica y del adolescente se realiza en unidades especializadas en esta enfermedad. Esto explica los buenos resultados en la supervivencia en cáncer pediátrico. Sin embargo, hay enfermedades oncológicas pediátricas para las que aún no hay posibilidad de curación y que están en relación con tumores diseminados (se han extendido) al diagnóstico, con características moleculares agresivas y resistentes al tratamiento. A ellos se unen algunos tumores cerebrales irresecables (no se pueden extirpar) para los que no hay un tratamiento eficaz en la actualidad. Sin embargo, la investigación básica, clínica y traslacional en cáncer infantil es cada vez más importante y continuaremos avanzando en la mejora de los resultados.
¿Qué mensaje podemos darles a los padres que en este momento acaban de saber que su hijo tiene cáncer?
Creo que es el oncólogo pediatra del niño quien debe informar del diagnóstico, pronóstico y tratamiento de la enfermedad a los padres, de una forma clara y detallada. Hablar de cáncer infantil y del adolescente es muy genérico. Agrupa muchos tipos de tumores y leucemias, con distinto pronóstico y tratamiento. Por eso es importante estar muy bien informados sobre el cáncer en concreto que tiene su hijo.
Eso sí, si pudiera transmitir algo a los padres sería que nunca pierdan de vista que el niño es un niño, no un cáncer. Que deben acompañarle a lo largo de una etapa de su vida, que es complicada, pero que da sentido al hecho de ser padres.
Creo que la mejor manera de apostar por la vida de un niño es continuar su educación no solo académica, sino también su desarrollo como persona, y en esto los padres tienen una responsabilidad definitiva.
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