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El ritmo de vida es frenético. Las largas jornadas de trabajo, las tareas del hogar y el sinfín de actividades no nos permiten desconectar y guardar un instante para nosotros mismos. La enorme oferta de entretenimiento no deja lugar al aburrimiento y, además, el 'tiempo muerto' es algo que solemos evitar a toda costa. Sin embargo, a pesar de que el aburrimiento tiene una concepción negativa y está relacionado con la pereza, la holgazanería o la desgana, no solo está demostrado que aburrirse es necesario, sino que además aporta numerosos beneficios científicamente probados.
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Afortunadamente, aburrirse puede ser fácil y cómodo, aunque se debe tener cuidado con el conocido como 'aburrimiento negativo', que es aquel que se produce a lo largo de un periodo prolongado en el tiempo y que puede desencadenar una situación de estrés o ansiedad. Así que, se debe practicar el aburrimiento, pero, como todo en la vida, en su justa medida para conseguir grandes beneficios.
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Estimula la creatividad
El aburrimiento puede ser la semilla de la creatividad. Algo que es complicado que surja cuando el cerebro está constantemente ocupado, ya sea pensando o resolviendo determinadas situaciones. Según han informado investigadores de la Universidad de East Anglia (Reino Unido), el aburrimiento dispara nuestra creatividad y potencia nuestra motivación para explorar nuevas posibilidades y provocar que, en definitiva, se encienda la bombilla. La clave está en conseguir desconectar de la rutina y de lo pautado, de las directrices predecibles, para conectar con el interior y dejar que surjan las ideas.
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Ayuda a definir metas
Según un estudio realizado por el European Science Foundation, el aburrimiento es un aliado para pensar en el futuro. Dejar la mente en blanco sin nada que nos perturbe, soñar despierto y disfrutar de un momento distendido ayuda a reflexionar sobre nuestra situación actual, identificando qué es aquello que realmente nos motiva, así como a definir y anticipar las metas. Este proceso ha sido bautizado por los profesionales como 'planificación autobiográfica'. Así, a pesar de que muchos consideran que ‘estar en las nubes’ es una auténtica pérdida de tiempo, puede ser la mejor forma para conocerse y un aviso de que no estamos haciendo lo que queremos hacer.
En esta sentido, un equipo de investigadores irlandeses llegaron a la conclusión de que el aburrimiento puede conducirnos a realizar actos más altruistas. Sus estudios demostraron que, cuando las personas están aburridas tienden a reflexionar más sobre ellos mismos, empujándonos a acciones más comprometidas con los demás.
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Impulsa la productividad
El aburrimiento no solo dispara la creatividad de las personas, sino también su productividad, incluso en el ámbito laboral. Esta es una de las conclusiones de un estudio de la Australian National University, cuyos investigadores han asegurado que desconectar de la vida activa y dejar que la mente campe a sus anchas estimula una región del cerebro encargada del control de los pensamientos.
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