Guardar medicamentos en casa cuando ya no estamos utilizándolos es una mala idea, y así lo afirman las asociaciones médicas. En casa es evidente que sobran por el espacio que ocupan. Porque en muchas ocasiones la nevera va cediendo sitio a los jarabes usados que, pasado un tiempo, ni recordamos; y el lugar donde deberíamos tener medicamentos comunes como el ibuprofeno o paracetamol, se convierte en un repositorio de antibióticos a medio usar y de pastillas de las que no recordamos el propósito.
Ten en cuenta que una vez que el medicamento que estás tomando deja de ser necesario, las dosis restantantes ya no te son útiles. Porque disponer de ellas en casa implica que pudieras automedicarte, o tal vez esperas a que te las vuelvan a recetar en un futuro próximo y así ahorrar ese gasto.
Sin embargo, ambas opciones son erróneas. La automedicación es un peligro para tu salud y está completamente contraindicado por parte de los profesionales de la medicina. Y en el caso de poder dar más uso a los medicamentos a medio usar, nos topamos con una realidad numérica: si el envase está a medias, probablemente debas adquirir otro envase con más unidades (más pastillas o más jarabe) y entonces estarías perpetuando la permanencia de ese medicamento, pues el nuevo tampoco llegarás a gastarlo, dado que utilizaste parte de uno anterior.
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Tu salud dice que no tiene sentido acumular medicamentos
Los medicamentos también caducan, y muchas veces no somos conscientes de que una vez abiertos pueden perder propiedades y dejar de ser efectivos. Esto hace que sea contraproducente acumularlos, pues sus dosis pueden resultar inútiles o incluso perjudiciales para nuestra salud si han caducado o no están conservados en un ambiente adecuado.
La mayoría de los jarabes advierten en su empaquetado que el tiempo que pueden permanecer conservados en el refrigerador después de haber sido abiertos no supera las dos semanas. Pero no sólo caducan las dosis bebibles, también las pastillas y los sobres. Tenlo siempre en cuenta cuando vayas a abrir tu botiquín.
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Impacto sobre el medio ambiente
Sin embargo, la basura no es el lugar para estos desechos. Los medicamentos son productos químicos que pueden tener un impacto muy negativo sobre el medio ambiente. Cuando llegan al agua son altamente contaminantes y en suma constituyen un cóctel impredecible del que debemos proteger al planeta. El cubo de desechos general no es su sitio.
Las farmacias apoyan iniciativas de recogida de medicamentos para su reciclado. Estos puntos limpios son la mejor opción para asegurar que estos productos químicos no llegan a contaminar. Y además pueden reutilizarse, no como medicamentos, sino como combustible para instalaciones industriales. Sí, los medicamentos tienen una segunda vida convirtiéndose en energía eléctrica.
Cada vez son más los españoles que llevan a reciclar sus medicamentos usados, según SIGRE: hemos pasado de una media de 79,56 gramos de medicamentos reciclados por cada español en 2012, a 91,92 gramos en 2017.
A la hora de reciclar en un punto SIGRE ten en cuenta que puedes llevar medicamentos caducados u otros que sencillamente ya no necesitas. Puedes incluir también sus envases, pues también se reciclan, y puedes aportar los blisters y botellas aunque estén vacías. Sin embargo, no son reciclables las agujas, los termómetros de mercurio, las radiografías y las pilas.
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