FlipFlopi, el primer barco construido con plástico reciclado
El navío recorrerá más de 500 km de costa para limpiar las playas y enseñar maneras sencillas con las que reutilizar este material tan perjudicial para el medio ambiente.
En los últimos 10 años, el consumo de plástico ha crecido de forma vertiginosa. Tan solo un 10% de los residuos se reciclan, mientras que el 90% restante van a parar a verteros o el mar. Como consecuencia, el fondo de mares y océanos se ha convertido en un inmenso basurero repleto de envases y todo tipo de deshechos, especialmente de plástico, en los que apenas se puede ver el agua y que amenaza con acabar con la vida en el entorno marino. En la actualidad, ocho millones de toneladas de plástico llegan cada año al mar y se prevé que, en 2050, el plástico supere en número a los peces, según un estudio del Foro Económico Mundial de Davos (Suiza).
Ante estas alarmantes cifras y las imágenes de los 'mares de plástico' que se han viralizado rápidamente en la Red, muchos están tomando conciencia del grave problema medioambiental, buscando soluciones con las que poder reutilizar este material altamente contaminante.
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Innovadora e inspiradora solución
Kenia encabeza la lucha contra los plásticos de un solo uso en África. Hace casi dos años prohibió las bolsas de este material, con multas de entre 16.000 y 32.500 euros y penas de hasta dos años de prisión para quienes las fabriquen, importen o usen. Los keniatas han continuado esta guerra con una sorprendente iniciativa sostenible, que está dando la vuelta al planeta: el primer barco del mundo hecho solo de plástico reciclado.
El pasado 24 de enero, la embarcación, que ha sido bautizada FlipFlopi en alusión a las populares chanclas flip-flop, partió desde el puerto keniano de Lamu hacia la isla tanzana de Zanzíbar, una singladura de 500 kilómetros. ¿El objetivo? Generar conciencia en las comunidades de la costa de África oriental. En concreto, la expedición visita seis puntos de la costa keniana, como Kilifi, Mombasa y Diani. En cada una de estas paradas, se organizan actividades educativas y talleres para concienciar y enseñar a empresas y comunidades maneras simples de reutilizar este material. También se llevan a cabo limpiezas de playas. "Esperamos que la gente en todo el mundo se inspire para encontrar sus propias vías de reutilizar el plástico ya usado", explica la Expedición FlipFlopi en su web.
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El navío, que está compuesto por más de diez toneladas de plástico recogidas en la playa de Lamu en 2016 y miles de chanclas (por eso su nombre), está capacitado para transportar a ocho tripulantes. "El barco no deja de ser un símbolo, el objetivo final es continuar nuestra campaña global contra el plástico de único uso. Se trata de una respuesta ciudadana, innovadora e inspiradora a uno de los problemas medioambientales más preocupantes de nuestra época", explicó uno de los cofundadores de la iniciativa, el keniano Dipesh Pabari, en Nairobi.
La directora ejecutiva en funciones de ONU Medioambiente, Joyce Msuya, ha incidido en que reducir la contaminación en la costa de Kenia "puede disminuir la pobreza y los costes de salud asociados, además de atraer el turismo y fomentar la actividad económica". Sin duda, FlipFlopi es una nave única con la que llamar la atención sobre el inmenso potencial de reutilizar este nocivo material, llevar su mensaje a ultramar y demostrar que hay vida más allá del plástico de 'usar y tirar'.
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