La diabetes es una enfermedad producida por altos niveles de azúcar en sangre, provocados bien por una insuficiencia por parte del páncreas de suministrar insulina -hormona encargada de regular estos niveles- o bien porque esta no logra actuar en el organismo porque las células no responden a su estímulo. Una alimentación adecuada, una rutina de ejercicio físico y los adecuados medicamentos, permiten frenar los efectos de una enfermedad que es galopante y tiene muchas consecuencias, algunas de ellas casi desconocidas para quien no tenga un caso cercano.
El riesgo de sufrir problemas cardiovasculares es una de las más significativas. Solo algunos datos al respecto: las personas con diabetes tienen entre 2 y 6 veces más riesgo de muerte por episodios cardiovasculares, 2,5 veces más probabilidades de desarrollar insuficiencia cardiaca y 4 veces más riesgo de infarto cerebral. "Tanto si la producción de insulina es insuficiente como si existe una resistencia a su acción, la glucosa se acumula en la sangre (lo que se denomina hiperglucemia), daña progresivamente los vasos sanguíneos (arterias y venas) y acelera el proceso de arteriosclerosis (endurecimiento, el aumento del grosor y la pérdida de elasticidad de las paredes arteriales)", explica la Fundación Española del Corazón.
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Lesiones y ulceraciones en los pies
Precisamente la falta de riego sanguíneo es una de las causas del llamado pie diabético, una afección popular en casos de hiperglucemia, que se refiere a la tendencia a sufrir lesiones y ulceraciones en esta zona. La mala circulación hace que las lesiones tarden más en curar -los nutrientes y el oxígeno no llegan adecuadamente- y que aumente el riesgo de complicaciones irreversibles, pues los diabéticos son más susceptibles a la infección dado que están inmunológicamente deprimidos.
Se trata de lesiones caracterizadas por trastornos tróficos de la piel y de la arquitectura osteo-articular plantar, bien por origen vascular o neuropático, de posibles graves consecuencias. Se estima que la mitad de las amputaciones de miembros inferiores en el mundo se produce en diabéticos, siendo esta enfermedad la primera causa de amputaciones no traumáticas en los países desarrollados, recoge la Asociación Española de Enfermería Vascular y Heridas.
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Cómo actuar en casos de pie diabético
Un pie diabético es un factor de riesgo y, por tanto, exige de cuidados especiales. Estos son algunos consejos recomendados desde la AEEVH:
- Lavar diariamente la zona con cuidado, utilizando jabón neutro, y secar bien
- Aplicar crema hidratante regularmente, evitando la zona interdigital
- Utilizar calcetines de tejidos naturales que faciliten la transpiración y sin costuras
- Elegir calzado de calidad, cómodo, flexible y bien adaptado al pie
- Ir al podólogo con regularidad
- Ante cualquier pequeña herida, acudir rápidamente al especialista sanitario
- Evitar sandalias, chanclas o cualquier tipo de calzado que deje el pie al descubierto
- Evitar tener los pies en agua más de cinco minutos
- Revisar diariamente el estado de los pies, alertando la posible presencia de ampollas, heridas o rasguños
- No utilizar tijeras ni cortauñas sino lima para mantener la forma, siempre recta, de las uñas