Recurrir a barritas de proteínas puede ayudarnos a perder peso o a compensar la nutrición de cara a un entrenamiento. Pero esta elección puede mejorarse, ya que estas barritas son productos ultraprocesados y con un poco de tiempo puedes conseguir el mismo efecto con alimentos naturales. Con estas alternativas conocerás el 100% de sus ingredientes y podrás controlar qué cantidad añades por ración y cual es la cantidad que estás consumiendo.
Cualquier solución que podemos poner en práctica para que lo que ingerimos sea comida real es siempre la mejor opción para nuestro cuerpo. Las barritas contienen azúcares en gran cantidad, y los nutrientes que necesitamos vienen acompañados de otros de origen artificial. Además, la comida auténtica siempre aportará más proteínas. Una barrita aporta entre 20 y 30 gramos de proteína, además de azúcares, aceite, oligoelementos...
Muchas veces pasamos por alto que no todas las proteínas son iguales, y que en función de su origen la asimilamos de distinta manera. Por eso, el hecho de que podamos controlar qué clase de proteínas consumimos se vuelve un objetivo aún más importante al utilizarlas con un objetivo de dieta o de entrenamiento. Merece la pena invertir este esfuerzo extra en conocer qué alimentos incorporar y cuáles son sus propiedades.
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Seitán
El seitán aporta 24 gramos de proteína por cada 100. Se integra muy bien con todo y sirve muy fácilmente para guisos de todo tipo. Puedes hacerlo a la plancha y prepararlo con verduras. Inclúyelo en tus platos y los llenarás de proteínas de calidad.
Garbanzos tostados
Son una alternativa saludable, rica y con mucha fibra. Por cada 100 gramos de garbanzos estamos consumiendo 19 gramos de proteína. Además resultan deliciosos y puedes condimentarlos a tu gusto. Hornéalos con una salsa a base de de aceite de oliva virgen extra, dos cucharaditas de pimentón dulce, media de pimentón picante, otra de cúrcuma molida y sal.
Lentejas
Son una fuente natural de nutrientes de alta calidad. Por cada 100 gramos aportan 20 de proteínas y son tan versátiles que pueden convertirse en lo que quieras, desde hamburguesas hasta ingredientes para tacos.
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Cacahuetes
Aunque se considera un fruto seco, realmente el cacahuete es una legumbre y es rico en proteínas, con más de 30 gramos por cada 100. Puedes añadirlos a las ensaladas y le darán un toque crujiente. También puedes saltearlos, hornearlos o añadirlos como ingrediente crocante en repostería.
Pipas de calabaza tostadas
También aportan mucha fibra y una concentración de proteínas superior al garbanzo. 24 gramos por cada 100 de pipas. Puedes recrear la misma receta de los garbanzos, o simplemente hacer una sencilla salsa con aceite de oliva, sal, pimienta negra y cúrcuma. Está buenísimo y las puedes llevar contigo a cualquier sitio.
Atún
Por cada 100 gramos de este pescado estamos aprovechando 22 gramos de proteínas, que además incluyen vitaminas liposolubles A, B y D, grasas beneficiosas y minerales. Lo podemos consumir fresco o en conserva, y en este último caso lo mejor es hacerlo en su versión natural, sin aceites añadidos.
Soja
Junto a los cacahuetes, la soja es una legumbre muy proteica, llegando a 30 gramos de este nutriente por cada 100. La soja texturizada tiene una gran calidad y es lo más parecido a la carne en cuanto a su aporte de fibra (un 15%) y de carbohidratos (30%). También es fuente de calcio, potasio, fósforo, vitamina B y hierro.
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