Hacer la colada casi nunca es una tarea agradable. Manchas difíciles de quitar, prendas que destiñen o colores que se transfieren pueden dar al traste con algunas de tus prendas favoritas a la hora de lavarlas. ¿Quién no ha visto cómo sus vaqueros nuevos arruinaban una camisa blanca al mancharse de azul con el roce? En ocasiones, separar la ropa por colores tampoco es la solución, pero con los productos adecuados (y que seguro tienes en casa) y un poco de paciencia podrás recuperarlas siguiendo estos remedios caseros para mantener intacto el color de toda tu ropa, sea del tono que sea.
Acaba con el amarillamiento de tu ropa blanca
Con los usos, las prendas blancas pierden su resplandor característico y es frecuente que aparezcan unas antiestéticas manchas amarillas producidas por el sudor en la zona de las axilas casi imposibles de eliminar con los lavados regulares. Sin embargo, puedes quitarlas fácilmente mezclando en un dosificador de spray 3 partes de agua, 1 de agua oxigenada y media de zumo de limón. Pulveriza sobre la zona amarilla y deja reposar 30 minutos. Transcurrido el tiempo lava la prenda de la manera habitual.
Si esto no fuera suficiente, para acabar con las manchas más rebeldes prepara una pasta espesa mezclando una cucharada de bicarbonato de sodio y el zumo de medio limón. Espárcela directamente sobre la mancha, déjala actuar durante 15 minutos y aclara con agua tibia. Esta solución sirve para blanquear la ropa y además le quitará esa apariencia de suciedad.
Negro intenso
Ya sabemos cómo mantener un blanco radiante y más duradero en nuestra ropa pero, ¿cómo hacer para que las prendas negras no pierdan intensidad? Con el paso del tiempo y los lavados es frecuente que los tonos oscuros se apaguen y parezcan mucho más envejecidos. Incluso también es frecuente que se transfieran a los colores claros en piezas estampadas o combinadas. Para evitar estos pequeños inconvenientes lo más efectivo es introducir la prenda en un barreño lleno de agua con un vaso de vinagre y un puñado generoso de sal. Diluye todo bien y déjala en remojo de 2 a 3 horas. Transcurrido ese tiempo, aclárala y lávala de la manera habitual siguiendo las indicaciones del fabricante.
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Vaqueros que no destiñan
Unos pantalones vaqueros de color índigo (el tradicional tono azul oscuro) son una prenda básica en nuestro armario, no obstante, suelen presentar un gran inconveniente. Según la intensidad de su lavado, pueden desteñir y dejar antiestéticas manchas en las prendas con las que estén en contacto, sobre todo, si se trata de una camisa o camiseta blanca. Para fijar bien el color y evitar que se transfiera a otros tejidos, el vinagre ha demostrado ser un gran aliado. Tan solo tienes que mezclar en un barreño medio litro de vinagre con dos litros de agua fría e introducir en él tus jeans del revés. Déjalos en remojo durante dos horas y, a continuación, lávalos como lo hagas normalmente.
Colores siempre vivos
Tanto la sal como el vinagre también son aplicables para ropa de todo tipo de color. Pero además, un truco muy eficaz para asegurarte de que tus prendas mantienen su color siempre vivo y en perfectas condiciones es añadir al ciclo de lavado media taza de bicarbonato de sodio o una taza de vinagre.