El nuevo año empezaba con una triste noticia dentro del reino animal: la muerte del último ejemplar del caracol Achatinella apexfulva. El Departamento de Silvicultura y Vida Silvestre de Hawái (DLRN por sus siglas en inglés) informaba del lamentable suceso poco después, asegurando que el animal, bautizado con el nombre de George - en honor a la última tortuga gigante Chelonoidis Abingdonii de las islas Galápagos, extinta en el año 2012- murió a la edad de 14 años el día 1 de enero.
En 1997, los últimos 10 Achatinella apexfulva fueron llevados a un laboratorio de la Universidad de Hawái, para su cuidado y crianza en cautiverio. A pesar de los intentos de reproducción del caracol, los pocos que nacieron terminaron muriendo por causas desconocidas, siendo George el último superviviente de su especie. Como todos los caracoles, George era hermafrodita, es decir, tenía tanto órganos femeninos como masculinos. Esto no significa que puedan autofecundarse, por lo que al ser George el único caracol vivo de su especie, la extinción estaba garantizada.
Un mal presagio
Los expertos apuntan, además, que la muerte de George es un "presagio para el futuro de otros kāhuli (caracoles de árbol) si no se imponen medidas para protegerlos de las especies invasoras y el cambio climático. "Muchos de los caracoles terrestres que quedan en la isla se enfrentan a una extinción inminente", explican.
Tal y como informan desde el propio DLRN, el caracol gigante africano, introducido en la década de 1930 en la isla, es uno de los principales problemas de las especies autóctonas. "Desde que llegaron se han convertido en una plaga agrícola muy grave. Son muy comunes y suelen vivir en la parte baja de la isla, en zonas urbanas", alertan tras la multitud de avisos que los hawaianos han dado al centro asegurando que en sus jardines había ejemplares del caracol George. "Nuestros caracoles terrestres nativos ahora solo viven en las partes más altas de la cordillera de la isla", dicen mientras ofrecen una comparativa entre una y otra especie.
Esperanza
En el año 2017 los científicos recogieron una pequeña muestra de 2 mm del cuerpo de George, que se encuentra en un congelador del Zoológico de San Diego a la espera de que algún día existan métodos que permitan la clonación de caracoles.
Según David Sischo, biólogo de vida silvestre del Programa de Invertebrados de Hawái, la familia del caracol George fue la primera de más de 750 especies de caracoles terrestres de las islas hawaianas registradas por la ciencia occidental. Esta primera descripción provino de una concha que adornaba un lei -típica guirnalda o corona de flores hawaiana- dado al Capitán George Dixon, a su llegada a la isla de O'ahu en 1787. 'Apex fulva', o punta amarilla, rasgo característico de los caracoles de esta especie.