Cenar en el sofá: cómo organizar tu cena para una noche de sofá, serie y manta
Las costumbres alrededor de la mesa están cambiando y la cena se ha convertido en un momento de relax y desconexión para disfrutar de una buena serie mientras te alimentas, como si fueran palomitas, pero con una cena gustosa y agradable como premio a un día duro.
Los hábitos de alimentación están cambiando al ritmo en el que las series de televisión han llegado a nuestras vidas y ocupan cada vez una parte más importante de nuestro ocio. Que dejemos la mesa y nos pasemos al sofá ya es una tendencia que, además, nos resulta muy placentera. Pero el tipo de alimentos que podemos consumir sentados en el sofá han de ser sencillos y no demandar mucha manipulación con cubiertos. Simplemente deben ser fáciles de recoger del plato y de masticar, pues viendo la serie tendremos los ojos ocupados.
Comer en el sofá viendo una serie es una extensión de ambos placeres nocturnos. Sumándolos, ahorramos tiempo y los potenciamos. De esta manera garantizamos que no se nos haga muy tarde y poder acostarnos a buena hora para mañana haber descansado el tiempo necesario, en torno a las 8 horas que marcan los especialista en sueño.
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Como hacer útil la cena en el sofá
Es muy importante que una vez que te sientes a cenar lo tengas todo a mano. Esto no es fácil de organizar, pese a que parece una evidencia. Pero levantarte varias veces a la cocina puede ser molesto, y si estás cenando en compañía, más.
Un punto muy importante es qué tipo de serie estás viendo: si es en castellano o la ves en versión original con subtítulos. Este último caso, que te requiere leer, es el más complejo, pues hace que aquello que puedas cenar deba ser necesariamente fácil de llevar a la boca, y puedas mantener tus ojos ocupados en leer los subtítulos. Comer pescado con espinas, por ejemplo, mientras lees subtítulos puede ser un despropósito.
En el sofá tendrás una versión resumida de lo que tendrías en la mesa, porque el espacio es reducido y la situación permite solo cierto tipo de comidas. Lo ideal es que cenéis en bandejas individuales, y que no esté colmada, pues el peso y la estabilidad de la misma puede ser incómodo. Un plato, un vaso y un postre pueden ser perfecto.
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Platos que triunfan y otros que necesitan demasiada pericia
Los platos estrella son aquellos que puedas comer con un solo cubierto, o con las manos. Las ensaladas y los poké son perfectos, porque además de ser sanas, no requieren más atención sobre el pato que pinchar, comer, y volver a por más. También la comida japonesa es fácil de comer, los makis y niguiris pueden comerse con las manos sin problema, y solo necesitas un pequeño recipiente donde echar algo de soja.
Olvida la sopa o cualquier plato que requiere pericia manteniendo el plato en equilibrio. Un plato de cuchara puede funcionar siempre que su consistencia sea más cercana a puré. En todo caso, para una crema es siempre recomendable utilizar cuentos y no platos.
Una opción sencilla son todos aquellos platos que puedas comer directamente con las manos, aunque precisamente este tipo de alimentos no suelen ser los más saludables, pero los viernes puedes concederte ese capricho, como por ejemplo: pizza, pollo frito, tacos, sandwiches...
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