Estos trucos te ayudarán definitivamente en tu dieta de adelgazamiento
El factor emocional y la gestión de la fuerza de voluntad son factores muy importantes para lograr el éxito esperado cuando se quiere perder peso
Comenzar una dieta para adelgazar requiere, en la mayoría de los casos, un gran esfuerzo físico, pero sobre todo emocional. Los factores psicológicos que rodean cualquier plan para perder peso son fundamentales para que nuestro objetivo lleve a buen puerto, por ello la recomendación cuando arrancamos una dieta es consultar y valorar con nuestro especialista la manera de proceder, no solo en cuestión alimentaria sino también atendiendo a todo lo que rodea el procedimiento a seguir.
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No obstante, existen algunos trucos de índole psicológica que nos pueden ayudar a reforzar los mecanismos físicos puestos en marcha para conseguir perder peso de una manera consciente. Se trata de dar pasos previos para evitar, en ocasiones, caer en la tentación de picar entre horas o ingerir alimentos que incidan de manera negativa en la ejecución de nuestro propósito.
Toma de conciencia 360º
En primer lugar, es importante ser consciente de lo que comemos. La información nos aporta un extra de dominio sobre los factores subconscientes que rodean el aumento de peso. Valorar el aporte nutricional de los alimentos que tenemos en nuestra nevera o despensa nos ayuda a tomar conciencia de lo que beneficia y perjudica a nuestro cuerpo. Lógicamente, no recibimos este tipo de información cuando salimos a comer a un restaurante por lo que, en muchas ocasiones, se desaconseja tomar este tipo de licencias durante el tiempo que dure nuestra dieta.
En cualquiera de nuestras comidas es fundamental emplear un tiempo determinado. Comer con prisas es el gran enemigo de cualquier dieta de adelgazamiento y la ansiedad no es buena compañera. Es importante relajar nuestra mente antes de comenzar a deglutir. Una vez hemos comenzado a degustar nuestro menú, podemos recordar la base científica que asegura que el cerebro tarda exactamente 20 minutos en enviar la señal de saciedad al cerebro. Comer lentamente y con conciencia te ayudará a no ingerir demasiados alimentos antes de que llegue este momento.
Tambien practicar deporte nos ayuda a complementar físicamente nuestra dieta, si además añadimos disciplinas como el yoga o el mindfulness a nuestro ‘planning dietético’ conseguiremos tomar conciencia plena de lo que tenemos entre manos y aumentar el nivel de autoestima, tan necesaria cuando se trata de conseguir un objetivo como la pérdida de peso.
Lo que no debemos hacer
Es importante eliminar de nuestra vista determinados alimentos que no debemos ingerir. Se trata de uno de los consejos más aplaudidos del doctor Brian Wansink, profesor e investigador en la Universidad de Cornell y autor del libro ¿Por qué comemos más que pensamos? Se basa en la idea de que la tentación entra por los ojos. Cuando tratamos de perder peso debemos estimular nuestra vista con alimentos más sanos y evitar mirar los que son ricos en grasas o azúcares como la bollería industrial, los refrescos azucarados y la comida rápida.
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Es muy positivo también no recargar el plato con demasiados ingredientes en el plato. Hacer lo contrario hace que el cerebro interprete la comida como un disfrute. Si somos austeros en la elaboración del plato, conseguiremos tener un mayor control sobre la comida.
Evitar hacer la compra cuando estamos hambrientos. Nunca llenaremos el carro con los mismos productos si nuestro estómago está saciado que si nos adentramos en el supermercado cuanto nuestro apetito se encuentra en plena ebullición. Esta recomendación enlaza con la idea anterior que asegura que la tentación entra por lo visual, si además nuestro estómago está falto de azúcares, es muy probable que nos decantemos por este tipo de productos que además son los que menos convienen.