Cada vez son más los que echan mano de diferentes herramientas para intentar mitigar los efectos perjudiciales que produce la contaminación atmosférica. Una de estas acciones inmediatas para plantar cara a la polución es precisamente el uso de mascarillas, que son especialmente utilizadas en episodios de alta contaminación de las grandes ciudades. Sin embargo, hasta hace relativamente poco, al ver a una persona cubriendo buena parte de su rostro con alguno de estos accesorios, se pensaba automáticamente que se trataba de ciudadano enfermo o de algún turista de origen asiático. En este sentido, ante el aumento del número de personas que se oponen a respirar aire contaminado, son muchas las empresas que han creado diferentes modelos de mascarillas con los que protegerse de las partículas nocivas que nos rodean.
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Cifras en aumento
Según un reciente estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se producen unos siete millones de muertes en todo el mundo relacionadas con la contaminación atmosférica. Una cifra que no ha parado de aumentar en las últimas décadas. Cardiopatías, accidentes cerebrovasculares y cáncer de pulmón son algunas de las graves enfermedades que pueden producir la exposición a estas partículas nocivas presentes en el aire.
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Ciclistas cansados del humo
Los ciclistas, que están directamente expuestos a los humos y gases que emiten los vehículos, son algunas de las principales víctimas de los altos índices de polución en las áreas urbanas. Al tratarse de un ejercicio físico, usar la bicicleta en el asfalto provoca que el ritmo respiratorio aumente, dando lugar a una mayor necesidad de oxígeno y, por consiguiente, una mayor exposición a estas sustancias peligrosas. En estos casos, lo ideal es utilizar mascarillas cómodas y ligeras, que garanticen un filtrado rápido del aire, así como una buena eliminación del sudor. Los motoristas pueden optar por un accesorio de neopreno con un tamaño reducido que, además de aislar del frío, pueda acoplarse en el interior del casco.
Sin embargo, un simple paseo por la ciudad es motivo suficiente para protegerse. Para esos peatones precavidos que no quieren poner en riesgo la salud, diferentes marcas como Top Fun o Xiaomi han puesto a la venta mascarillas con diseños cómodos y ligeros con el fin de hacer de este accesorio un elemento más de nuestro día a día.
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¿Es realmente útil utilizar mascarilla?
En más de una ocasión, las mascarillas antipolución han sido objeto de estudio con el fin de determinar su papel a la hora de determinar su eficacia frente a la contaminación. En esta línea, la Universidad Heriot-Watt de Edimburgo (Escocia) ha llevado a cabo una investigación liderada por el profesor John Cherrie. El equipo analizó el estado de aire de Pekín, capital de China y una de las ciudades más contaminadas del planeta, así como nueve modelos diferentes de mascarillas con filtros de partículas que se comercializaban en los establecimientos. Los resultados mostraron que la penetración media de partículas y carbono osciló entre el 0,26 y el 29%, dependiendo del material utilizado para la mascarilla. Esta es la razón por la que el equipo de la investigación concluyó que era recomendable estudiar con detenimiento los filtros y materiales del accesorio que vayan a escoger para protegerse de la contaminación.
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