Según un estudio de la Universidad de Maryland, en EE.UU, el trabajo realizado con música obtiene mejores rendimientos. Por esta razón, cada vez son más las oficinas “music friendly” en las que no es extraño ver que muchos de sus empleados llevan auriculares, especialmente cuando el trabajo que desempeñan es creativo o están enfrascados en tareas rutinarias. Y, según este estudio, cuando la música se escucha de forma colectiva, se está potenciando la empatía, la comunicación y la colaboración entre los compañeros.
Pero lo más importante es que la música es capaz de sintonizarnos con ritmos que mejoran nuestra concentración y nos ayudan a repetir tareas mecánicas, sacando provecho a nuestro trabajo y haciendo que obtengamos el máximo rendimiento al tiempo.
Leer: ¿Por qué no te puedes sacar esa melodía de tu cabeza?
Música para aislarte y buscar concentración
Si trabajas en un entorno ruidoso, o simplemente estás rodeado de personas que mantienen conversaciones que interrumpen tu pensamiento, puede que no te estés dando cuenta o no le concedas importancia, pero probablemente trabajarías más y mejor si tuvieras otro sonido de fondo. No puedes desconectar tus oídos y, pese a que no te interese lo que escuchas, tu cerebro no deja de registrar todo aquello que pasa por tus oídos. Para aislarte, la música juega un papel fundamental, por lo que puedes elegir el tipo de música e ir probando con cuál funcionas mejor.
Existen estudios que han demostrado que quien está acostumbrado a escuchar música mientras trabaja consigue desconectar rápidamente del entorno que le rodea cuando es necesario y así aprovechar mejor el tiempo. Esto es trabajando con mayor rapidez y con menos probabilidad de cometer errores.
La música nos ayuda a que las tareas rutinarias se hagan algo más placenteras, porque entretiene la parte menos consciente de nuestra mente, y la integran en un ritmo que, además, ayuda a que nuestro propio ritmo de trabajo se acompase y no perdamos impulso.
Pero la música no solo nos distrae en labores de rutina. Los cirujanos utilizan la música durante las operaciones para potenciar un ambiente activo pero sin estrés, y fomentando una dinámica de trabajo en equipo donde la comunicación fluya adecuadamente.
Leer: Si te gusta el rock o el heavy metal, podrás controlar mejor tu estrés
Sin embargo, si la tarea que debes realizar es compleja y quieres recurrir a la música para aislarte y coger ritmo, pero necesitas minimizar la posibilidad de que te distraigas demasiado, es importante que elijas música que ya conozcas. Cuando escuchas canciones nuevas tu cerebro hace un esfuerzo extra en poner atención a lo que escucha, a entenderlo y a determinar si le gusta o no. Por eso, elegir temas ya sabidos es una forma de restarle trabajo al cerebro.
El deporte también se pronuncia
Según un estudio de la Brunel University que investigasba la relación de la música con el rendimiento deportivo, se llegó a la conclusión que aquellos que entrenan escuchando música consiguen hasta un 15% más de rendimiento que los que no lo hacen.
Este estudio concluyó que cuando la música entra en nuestra mente nos ayuda a sincronizar nuestros movimientos a la vez que juega un papel emocional. En conjunto, escucharla resulta clave para luchar contra la fatiga y para sacar provecho a nuestro esfuerzo provocando mayor resistencia física, dado que se potencia la motivación, nos sentimos refrendados y apoyados por un elemento externo de carácter emocional, y nuestra mente busca no cesar su actividad en relación al ritmo que está percibiendo.
Leer: Hábitos positivos que fomentan la resiliencia