Cuando pensamos en abrir la puerta de nuestra alimentación a un nutricionista probablemente sea porque queremos perder peso, sin embargo aquello que él puede hacer por nosotros va más allá. Uno de los mayores riesgos de las dietas perder peso es el efecto rebote que podemos sufrir cuando creemos que ya estamos en un punto óptimo, y el nutricionista trabajará con nosotros, no solo para conseguir un objetivo relacionado con bajar de peso, sino para algo mucho más importante: llevar una alimentación saludable.
Que nuestra forma de alimentarnos sea sostenible es lo más importante, y a medio y largo plazo hará que nuestro organismo reciba los nutrientes que necesita de forma equilibrada. Esto evita el efecto rebote de las dietas, y solo se puede conseguir obviando el hecho de bajar de peso, entendiendo que es un efecto secundario, aunque beneficioso, de estar llevando una buena alimentación.
Un nutricionista te enseña a comer. Y es que algo tan básico y que has hecho desde que naciste, probablemente sea muy mejorable porque, además, no existen recetas milagrosas ni pautas que todo el mundo pueda seguir a rajatabla. El metabolismo de cada persona tiene unos ritmos, y podemos tener pasar por distintas fases en las que nuestra alimentación debe variar, además de que no todo el mundo tiene las mismas afinidades por ciertos alimentos ni el organismo de todos se comporta igual a la hora de demandar nutrientes.
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Para bajar de peso, y para todo lo demás
Comiendo de forma inteligente estamos valorando qué implican los bocados que entran en nuestra boca. No para fustigarnos y lamentar la calorías ingeridas, sino para todo lo contrario, es decir, para ser conscientes de cuáles son los alimentos que nos cuidan, que nos aportan energía cuando la necesitamos y que tienen un efecto positivo en nuestra alimentación.
Esto se traduce en tener menos problemas digestivos, porque un nutricionista puede dar con la clave de aquellos alimentos que, pese a que de forma general no generan conflictos, en tu caso concreto podrían estar afectando a tu sistema digestivo. Puede que el problema no haga necesario restar un alimento de tu dieta, sino saber espaciarlo o ingerirlo a ciertas horas del día. Estas cuestiones son básicas, y un buen nutricionista sabrá cómo atenderlas.
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De la mis manera, si tienes problemas de salud como hipertensión o diabetes, un especialista en nutrición podrá realizar un seguimiento de tu alimentación para que privarte de ciertos alimentos no te genere ansiedad y puedas seguir disfrutando de la comida vigilando tu salud,
Especial atención al embarazo
Durante el embarazo la nutrición es muy importante, de hecho, es una de las vías directas con el bebé. Un seguimiento profesional de las vitaminas y los nutrientes que estás aportando a tu bebé puede asegurar que todos los consejos del obstetra se canalizan de forma efectiva.
En la lactancia materna, la figura del nutricionista sigue teniendo mucho que decir en tu alimentación, pues conviene potenciar el hierro, la vitamina D y B para que la leche materna aporte los nutrientes necesarios al neonato.
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