¿Pueden afectar nuestras emociones a la diabetes?

La diabetes emocional no existe, pues no existen diabéticos que lo sean tan solo por vivir situaciones estresantes. Sin embargo, sí existe una relación directa entre estrés y la subida de glucosa en sangre

Por Cristina Soria

Cuando experimentamos emociones intensas, generalmente negativas, como un pico de estrés, ansiedad, angustia, inquietud o inestabilidad, nuestro organismo produce adrenalina y cortisol, que son sustancias que estimulan la glándula suprarrenal y aumentan el nivel de cortisol. Y cuando nuestro organismo detecta una subida de adrenalina y el cortisol, entiende que necesitaremos más energía, por lo que libera glucosa en sangre, y esto ocurre por igual a diabéticos que a personas que no sufren de esta enfermedad.

En el caso de los no diabéticos, este efecto colateral del estrés y la ansiedad no tiene mayor importancia, porque logran regular estos niveles de glucosa y mantenerlos en valores óptimos sin que la subida sea perceptible. Es decir, los no diabéticos no perciben la subida de glucosa, porque su organismo la metaboliza según se produce, se regula, y mantiene los valores habituales sin mayor problema.

Sin embargo, los diabéticos no logran regular esta subida de glucosa en sangre, y pese a que su origen no tiene que ver con la alimentación, experimentan los mismos síntomas que si la hubieran ingerido, pues los riesgos de este exceso de glucosa en sangre son los mismos.

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¿El estrés produce diabetes?

Existe la creencia de que la diabetes emocional es en sí mismo un tipo de diabetes, pero los médicos coinciden en señalar lo contrario. La diabetes es producida únicamente por factores biológicos, y no emocionales. Por eso, cuando nuestro organismo libera glucosa no es ningún problema para los no diabéticos, porque en este caso primero llega la enfermedad, la diabetes, y luego los síntomas, en este caso verse afectado por un pico de glucosa cuando se experimenta estrés.

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En todo caso, para lo diabéticos, experimentar emociones fuertes es en sí mismo un trance sobre el que habría que guardar cuidado, pues desde un punto de vista biológico sí existe una relación entre estrés y subida de glucosa, y si el diabético experimenta estas situaciones de forma contínua, y constata que su nivel de glucosa en sangre aumenta frente a estos episodios, una situación de estrés continuado puede resultar perjudicial para su salud.

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Ser diabético puede ser una causa de estrés

Pese a ello, el 100% de los consejos médicos a los pacientes de diabetes se centran en el seguimiento de su alimentación, manteniendo una dieta concreta, y se obvia completamente el componente emocional que pueda hacer entrar en juego una subida de glucosa que requiera controlarse.

Sin embargo, recibir la noticia de ser diabético es en sí mismo una causa de estrés. Así, acompasar tu rutina a los nuevos hábitos y el temor fracasar hacen que el efecto rebote de estrés y angustia pueda producir de forma constante una subida de glucosa en sangre, por el mero hecho de abrir este nuevo capítulo vital en el que sabes que de ahora en adelante te acompañará esta enfermedad crónica.

Porque, además, es durante la época en la que recibes el diagnóstico cuando con más facilidad te verás inmerso en pensamientos negativos, en el miedo a lo que podrá ocurrir, el sentimiento de culpa de haber podido moderar tu alimentación antes, o el propio enfado de haber sido tú al que le ha tocado ser diabético, y no a cualquier otra persona.

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