La adolescencia es una etapa llena de cambios que marca la transición de la niñez a la edad adulta. El círculo de amigos y la pertenencia al grupo se convierten en prioridad, las emociones se viven mucho más intensamente, los cambios físicos se acrecientan y es cuando se consolida la conciencia sobre la propia imagen. Su único objetivo es ser mayor y la libertad, su gran anhelo. Pero, a su vez, un universo nuevo se abre ante ellos, lo que también les puede llenar de ansiedad y muchas dudas. Unos años de transición en los que los jóvenes comienzan a perfilar su personalidad y que, en ocasiones, pueden ser muy complicados, no solo para ellos, sino también para sus padres que tienen la dura tarea de orientarles y darles el apoyo que necesitan en este periodo tan crucial en sus vidas.
Fomentar su autoestima es un aspecto clave para su bienestar psicológico, algo que determinará su edad adulta a nivel emocional. Pero, ¿cómo ayudarles en este proceso? Si algo caracteriza a la adolescencia es la rebeldía, por lo que no siempre están dispuestos a escuchar. Sin embargo, siguiendo estas pautas conseguiremos que aprendan a quererse a ellos mismos, así como a afianzar su confianza de una manera saludable y poco invasiva.
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A nivel físico
La apariencia física es uno de los factores que más suele acomplejar a los adolescentes. Durante la pubertad, la revolución hormonal provoca numerosos cambios físicos en ellos. Por ejemplo, en el caso de las chicas, comienzan a aparecer las formas propias de la silueta femenina y, en el de los chicos, el vello crece por todo su cuerpo. Unas transformaciones que, en ocasiones cuesta aceptar. Hacerles entender que se trata de un proceso natural por que el todo el mundo atraviesa (tarde o temprano) les ayudará a normalizar su situación y a que no sientan que lo que les sucede es una excepción. Además, en un entorno lleno de estímulos acerca de un ideal imposible de belleza -que fomentan los medios y las redes sociales y que puede llegar a distorsionar su propia imagen- evitar conductas poco saludables y mantenerlos alejados de estereotipos es esencial para que aprendan a quererse y respetarse tal y cómo son.
Círculo de amigos
La pertenencia al grupo es uno de los pilares del adolescente. Sentirse aceptado por sus similares le hará ganar confianza y seguridad en sí mismo. Pero es importante que sepa elegir sus amistades: que se acerque a personas que le aporten valores positivos y que se aleje de otras 'tóxicas' que se aprovechen de él y le minen la autoestima. Invitarle sutilmente a cambiar de ambiente o animarle a hacer actividades donde conozca gente nueva puede ser la solución para alejarle de las influencias negativas.
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Entorno familiar seguro
Que se sientan seguros y queridos dentro del propio hogar les hará sentir que nunca estarán solos ante cualquier adversidad. Fomentar las actividades en familia, dedicar un rato al día para hablar con ellos y mostrar interés hacía sus gustos y aficiones es suficiente para fortalecer lazos de unión, generar confianza y que se sientan respaldados en todo momento.
Elogios y críticas constructivas
No hay que centrarse solo en los aspectos negativos, como discusiones insignificantes o las malas notas. Elogiar todo tipo de comportamiento positivo, así como sus habilidades y aptitudes tiene un gran valor a la hora de que aprendan a valorarse e identificar aquello en lo que tienen un potencial especial. Algo que también resultará de mucho valor en el caso de que necesiten orientación de cara a elegir su futuro profesional.