La pareja es la suma de dos mentes, y de la misma forma ambos están añadiendo un sinfín de condicionantes que les hacen ser quienes son, entre ellos la autoestima. Esta indicador, como otros, necesita ser compensado y puede ser el responsable de que la relación de pareja atraviese por dificultades o que la comunicación entre ambos sea complicada.
La autoestima define quién eres
Como una pescadilla que se muerde la cola, la autoestima juega un papel muy importante en cómo nos sentimos. Y, de la misma forma, cómo nos sentimos hace que nuestra autoestima crezca o disminuya. Todo esto tiene que ver con el bagaje que arrastramos, cómo nos hemos sentido ante distintas situaciones, y qué refuerzos positivos o negativos hemos experimentado.
Una relación de pareja conlleva poner las cartas sobre la mesa de nuestros sentimientos, de quiénes somos, y de nuestras decisiones continuas. Y esto simboliza un tablero sobre el que nuestra autoestima puede jugar a favor o en contra.
Una baja autoestima puede hacer que te sientas minusvalorado por tu pareja, porque anticipes un refuerzo negativo, creas que él te percibe como tú misma te estás percibiendo, y entonces la convivencia puede experimentar un efecto rebote: discusiones y mala comunicación provocados por la inseguridad.
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Este es un problema doble, por un lado quien tiene baja autoestima se siente mal, y esa sensibilidad produce otros problemas en la pareja que se traducen en enturbiar la razón original por la que se sentía vulnerable.
La comunicación y la confianza son la base de la relación
La baja autoestima no siempre es una cuestión consciente. Puedes sentirte vulnerable por esta razón y no entender de forma clara cuál es la raíz de este sentimiento. Puedes sentirte retraida, esquiva o sufrir ansiedad. Todos estos condicionantes deberían de poder ser neutralizados por la pareja, porque una de las facilidades de sentirnos arropados por alguien que está a nuestro lado y demuestra su amor, es poder superar y compensar los estados de inseguridad de uno, y ayudar a salir de estos.
Nadie como tu pareja para identificar en ti la valía que escondes, y para quitar la máscara negativa que puedes llevar y hacerla relucir, demostrando tus capacidades y la seguridad que en el fondo llevas dentro. Apoyarte en la pareja y darle la vuelta a esta situación es una clave oculta, pero que se basa en dos pilares muy sencillos: comunicación y confianza.
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Cuando es la pareja quien fomenta la baja autoestima del otro
Pero precisamente, por ser la pareja la persona que más íntimamente puede acceder a nuestros sentimientos y equilibrar o trastocar nuestra estabilidad, cuando la baja autoestima es producida por la propia pareja, estamos ante una situación que si no es atajada de forma clara puede acabar desembocando en toxicidad y hacer irrespirable la relación.
Esta es una senda difícil de iluminar porque estas situaciones necesitan de una tercera persona, probablemente un terapeuta de pareja, que pueda arrojar luz sobre los puntos objetivos de esta relación y si existe una “vampirización” de la autoestima.
El rasgo más evidente de que tu pareja no fomenta tu autoestima es que, de forma contínua, no trate de ver en ti aquello que está bien, y subraye tus errores, sacándolos de contexto y poniéndolos en relación a otras personas que, según él, sí tienen esa valía.
Además, alguien que mina nuestra autoestima suele exigir que nos comprometemos a hacer cosas con las que no estamos de acuerdo, o bien porque creamos que no se nos dan bien y preferimos obviarlas, o porque no estamos de acuerdo. Cuando este ocurre, se está doblegando nuestra voluntad y estamos bajando el nivel de resistencia, obviando de la misma manera que nuestra autoestima disminuye con cada “no” que no nos atrevemos a pronunciar o que nos vemos abocadas a olvidar.
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