En las tareas cotidianas del hogar, así como en otras actividades del día a día, es común sufrir quemaduras. Unas heridas muy molestas que producen escozor, quemazón y picor en algunas ocasiones. Cocinar, planchar, limpiar con productos químicos o manipular fuego con objetos como mecheros o cerillas son algunas de las acciones que pueden provocar quemaduras en nuestra piel. Un mal que perdura en el tiempo hasta que la herida desaparece por completo.
Aunque lo más conveniente es siempre acudir a nuestro médico para que nos proporcione el tratamiento adecuado en cada quemadura, lo cierto es que existen productos y remedios caseros que pueden suavizar los incómodos síntomas de este tipo de úlceras en nuestro cuerpo. Antes de enumerar las actividades que se recomiendan cuando nos hemos quemado, debe quedar muy claro lo que queda totalmente desaconsejado en primera instancia cuando hemos sufrido una quemadura.
Lo que no debemos hacer
Es conveniente saber que no se debe aplicar hielo en el preciso instante de habernos quemado, tampoco untar la zona con pasta de dientes, zumo de limón o aceite, ya que se corre el riesgo de sufrir algún tipo de infección debido a que en la zona de la herida se ha perdido la barrera de protección de la piel ante bacterias que vienen del exterior. Cualquier sustancia ácida, como puede ser el limón incidiría directamente en las terminaciones nerviosas de la piel y, por tanto, produciría un gran dolor.
Lo más recomendable
Según los especialistas, ante cualquier quemadura se debe aplicar frío. Lo más plausible es sumergir la zona afectada en agua fría (con la temperatura con la que sale del grifo sería suficiente). Si la quemadura se ha producido por una sustancia química es conveniente irrigarla manteniéndola bajo un chorro de agua constante durante 10 o 15 minutos, para que así el agua se esté reciclando durante el proceso.
Cualquier otra sustancia que se emplee sobre la herida producida por una quemadora debe hacerse cuando se ha superado la fase más aguda. Por ejemplo, el aloe vera natural es un gran aliado por sus propiedades hidratantes y calmantes para suavizar el dolor que producen las quemaduras. De hecho, se la conoce como la planta de primeros auxilios ya que, además, tiene altas propiedades desinfectantes.
Junto con esta planta, el aceite de coco se perfila como otro de los remedios caseros más efectivos para mitigar los inconvenientes físicos de una quemadura. Sus propiedades antinflamatorias y antibacterianas ayudan a parar cualquier infección en el área afectada, así como reducir la rojez y el picor de las mismas.
El tercer remedio que proponemos es el aceite de lavanda ya que proporciona un alivio inmediato gracias a sus propiedades antisépticas y analgésicas. Se aplica directamente en la lesión con una gasa a modo de apósito que se aconseja cambiar cada cierto tiempo.
Pomadas y cremas, ¿en qué caso aplicarlas?
De igual manera que se procede con productos como el aloe vera o la miel, las cremas y pomadas no están contraindicadas en el tratamiento de las quemaduras. No obstante, se aconseja su aplicación pasadas varias horas de haberse producido, nunca en una fase aguda, momento en el que solo se recomienda poner agua fría.