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No existen consejos milagrosos para conseguir un vientre plano, pero la forma de conseguirlo no es un secreto: mucho ejercicio bien enfocado a la zona abdominal y una alimentación adecuada que podemos potenciar con alimentos que pongan a raya las grasas, que estimulen la digestión y que sean diuréticos.
Una alimentación bien equilibrada debe darte la energía necesaria para fortalecer tus abdominales y poder tonificar tu musculatura. Destierra los alimentos que te hinchan y regula tus horarios para poder establecer varias comidas pero en la que ninguna te llenes. Entre cinco y siete ingestas es lo más recomendable, lo que nos daría una comida cada tres horas, especialmente nutridas de proteínas y fibra saciante, y reduciendo todo lo posible las grasas.
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Alimentos que deberías eliminar
Todos los alimentos que aporten grasas o azúcares innecesarias no deberían ser bienvenidos. Además, también hay otros que obligan a nuestro sistema digestivo a trabajar más de la cuenta, hinchándose y produciendo gases. Y, en otra categoría, están los que nos hinchan haciéndonos ingerir aire.
Las verduras son maravillosas y siempre vienen bien. Pero conviene tener en cuenta que cuando se consumen crudas los problemas de digestión que acarrean no son pocos. Por un lado, crudas nos aportan todos los nutrientes, y son más ricas para el organismo, pero nuestro estómago debe trabajar mucho más para fermentarlas, y hacen que nos hinchemos y que posteriormente suframos gases. Por eso es muy recomendable que las verduras siempre las consumamos cocidas o al vapor, y no hervidas, pues así es como más nutrientes pierden.
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Los refrescos y el agua con gas no aportan nutrientes a nuestro organismo y hacen que el vientre se hinche. Es aire que va directo al vientre. Además, en el caso de los refrescos se trata de alimentos industriales con alto contenido en azúcar y ningún nutriente. Algo parecido ocurre con los chicles, caramelos y otras chuches, que son alimentos procesados que en el mejor de los casos tienen grasas animales, que tampoco aportan nada y no nos ayudan a bajar el vientre.
Confía en las buenas digestiones
El tempeh y los alimentos fermentados sin lácteos son tus aliados, porque con ricos en bacterias vivas y estas a su vez ayudan a mantener la flora bacteriana de tu sistema digestivo, y como consecuencia tu cintura se ve beneficiada. Frutas como las ciruelas cumplen la misma función.
Los alimentos con un alto contenido en fibra, como los frutos secos, las almendras y las nueces, aportan grasas vegetales y energía, y su fibra tiene un efecto saciante necesario para poder espaciar las comidas y no llenarte. De la misma manera, los cereales integrales también funcionan muy bien como tentempié, y su fibra es muy útil para depurar tus intestinos. La avena es, sin lugar a dudas, uno de los cereales más beneficiosos.
Los huevos también son saciantes y aportan proteínas de alto valor biológico y coenzima Q10. Además son muy versátiles, y pueden consumirse de muchas formas y en cualquier momento del día, aunque es preferible ahorrar grasas y no tomarlo frito. Puedes prepararlo duro o pasado por agua.
Como habrás apreciado, lo más importante a tener en cuenta es que los nutrientes que ingieres sean saludables y equilibrados y no ingerir alimentos que dificulten la digestión. En este sentido, la piña es muy buena opción, pues estimula la digestión y sus ponifenoles son antiinflamatorios. De la misma manera actúa la papaya, pues también aporta bromelaina, buena para el sistema digestivo.
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