Leonardo DiCaprio es uno de los actores más comprometidos con el medioambiente. El intérprete ha liderado múltiples campañas para frenar el cambio climático a través de su propia fundación, ha organizado galas benéficas, e incluso, llegó a comprar una isla en el Caribe en la que se construye un complejo hotelero 100% renovable y sostenible para que los turistas puedan disfrutar de un lujoso resort sin provocar ningún tipo de impacto en el entorno. No obstante, a pesar de su activismo, el oscarizado actor no pudo evitar que la playa en la que rodó La playa a principios del nuevo milenio se convirtiera en un imán de turistas y fanáticos.
Maya Bay, en la isla de Ko Phi Phi Lee, recibía diariamente una media de 5.000 turistas. Una afluencia que provocó el deterioro de los arrecifes de la zona y puso en peligro la vida de numerosas especies. Ante esta situación, el gobierno de Tailandia determinó a principios de junio 'cerrar la playa' durante cuatro meses. Pasado ese periodo, las autoridades decidieron restringir de manera indefinida el acceso al público. "Cuatro meses no han sido suficientes", reconocía a la agencia Reuters el director de la Oficina de Parques Nacionales, Songtham Sukswang. "Necesitamos un año, dos o puede que más para que el entorno se recupere", añadía.
Tan solo dos meses después las buenas noticias han llegado a Ko Phi Phi. Cerca de un centenar de tiburones de arrecife de punta negra se han asentado en la zona y pueden verse a diario cerca de la playa. "Los tiburones son nuevos para nosotros. Maya Bay siempre ha sido la zona más turística del país, por eso nunca hemos tenido la oportunidad de explorar o estudiar las especies de la zona", declaraba a la agencia Efe hace unas semanas Thon Thamrongnawasawat, doctor en biología marina y uno de los líderes del proyecto para recuperar el enclave.
Además, las medidas de recuperación de corales impuestas, en las que numerosos biólogos trabajan en colaboración con algunos sectores privados en la 'plantación' de aproximadamente 3.000 corales con la intención de que la zona recupere todo su esplendor, están funcionando. No obstante, solamente crecen unos 10 cm al año, por lo que la recuperación total de los arrecifes no se producirá hasta dentro de unos cuantos años. Por este motivo, el doctor Thamrongnawasawat comenta que se han llegado a plantear que el cierre de la zona sea permanente.
Y, aunque esta medida no es definitiva, si se decidiera anunciar su reapertura en el futuro, las autoridades tienen un plan para evitar la devastación de Maya Bay. "Si permitimos que los barcos entren van a volver a destruir los corales. Hay un proyecto para construir un puerto en la otra parte de la isla y una especie de paseo marítimo para que los visitantes no destruyan la vegetación al caminar. Además, vamos a controlar el número de turistas por día".