Año nuevo, vida nueva". El 2019 ya está aquí y abre ante nosotros un horizonte lleno de posibilidades que implica despedir los malos hábitos y dar la bienvenida a todo tipo de buenos propósitos. ¿Quién no ha dicho alguna vez 'en enero empiezo la dieta', 'dejo de fumar', 'cambio de trabajo' o 'me apunto a un curso de inglés'? Todos ellos excelentes objetivos que implican un gran cambio y una mejora en nuestras vidas. No obstante, son actividades que se ciñen al terreno físico y material, olvidando, en la mayoría de los casos, nuestro bienestar emocional, tan importante dado el frenético ritmo de vida que llevamos en la actualidad. No todo es hacer, sino también sentir. Por ese motivo, te animamos a hacer una lista de objetivos muy distinta este año, una destinada a cuidar de tu 'yo interior'. ¡Te lo agradecerás!
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Apúntate a yoga
Esta disciplina milenaria que ha conquistado en los últimos años a un gran número de rostros conocidos presenta un gran número de beneficios no solo a nivel físico, sino también mental. Su objetivo es la unión de cuerpo y mente a través de la ejecución de diferentes posturas o 'asanas' que, junto a la respiración consciente, hará que alcances un estado de calma y relajación muy placentero que te ayudará a evadirte de las tensiones del día a día. Hatha, ashtanga, vinyasa, kundalini… sus modalidades son múltiples. Elige la que más se adecúe a tus necesidades e incorpóralo a tu rutina semanal. No importa tu estado de forma; el yoga es un camino en sí mismo por el que irás progresando a cada paso.
Iníciate en la meditación
Íntimamente vinculada al yoga, la meditación nos ayuda a relajar la mente y tomar una mayor conciencia de nosotros mismos. Ya sea a solas por tu cuenta o bien a través de talleres o cursos guiados, su práctica de manera continuada tiene el 'poder' de cambiar nuestra manera de pensar y reconectar con nuestra propia esencia, algo que también contribuirá a mejorar la relación con los demás. Además, presenta otras importantes ventajas como facilitar la conciliación y la calidad del sueño o reducir la tensión muscular, además de favorecer la memoria y la concentración.
Comienza a hacer pilates
Practicando este método mejorarás no solo físicamente (evitando, por ejemplo, problemas de espalda), ya que también aprenderás a controlar tu respiración, una importante herramienta de gestión emocional. Ya sea a través de clases colectivas en el gimnasio, con un entrenador personal o con máquinas, con el pilates conseguirás que tus músculos trabajen de manera más efectiva de modo que te sentirás con más energía para afrontar todas tus actividades diarias.
Ve a terapia
Si te sientes mal, no esperes a que tus problemas se resuelvan solos. Acudir a un especialista no es síntoma de debilidad, sino de tomar las riendas de tu vida y comenzar a responsabilizarte de ti mismo. Los psicólogos y terapeutas son profesionales que te ayudarán a gestionar tus emociones y te aportarán las herramientas necesarias para que 'sanes heridas' y cambies todos aquellos aspectos de tu vida en los que te sientas estancado y te impidan avanzar. A través de cada sesión profundizarás en diversos epispdios de tu existencia en los que no habías reparado antes y que son vitales para entender el punto en el que te encuentras. No tienes de qué avergonzarte, poco a poco y con la ayuda adecuada, comenzarás a sentirte mejor.