El rostro es la parte de nuestro cuerpo que se encuentra más expuesta a factores externos. El sol, el frío, la humedad, la contaminación, etcétera pueden provocar alteraciones en nuestra dermis y hacer que luzcamos un aspecto mucho menos favorecido. Además, el maquillaje y los productos para eliminarlos también pueden pasar factura a nuestra piel. Recurrir a la alta cosmética o a la medicina estética suele son recursos utilizados por miles de mujeres en todo el mundo, sin embargo, conseguir resultados efectivos desde casa, con un impacto medioambiental prácticamente nulo y desembolsando una cantidad de dinero mínima es posible.
Para las manchas de sol
Aunque actualmente existe información de sobra sobre las nefastas consecuencias que puede llegar a tener la exposición solar en nuestra piel, antes no ocurría lo mismo. Los rayos de sol no solo pueden hacer que tu piel envejezca de forma prematura, sino que en ella también empiecen a aparecer manchitas de color marrón. Para eliminarlas, prepara una mascarilla con el zumo de un limón y polvos de talco. Aplica la pasta obtenida en las zonas a tratar por la noche y déjala actuar durante 15-20 minutos. Repite esta operación varias veces por semana hasta que se reduzca la hiperpigmentación de tu rostro. Este remedio también sirve para tratar otros tipos de manchas como, por ejemplo, las provocadas por el acné.
Para bolsas en los ojos
Reducir bolsas y ojeras en casa es sencillo. Para conseguirlo, aplica frío en tu rostro. Puedes envolver un trozo de hielo en un paño y aplicarlo sobre la cuenca del ojo. También cortar un par de rodajas de pepino que, gracias a su acción antioxidante, no solo ayudará a que tu piel luzca más luminosa y menos cansada, sino que reducirá la inflamación de las bolsas de tus ojos, si las tuvieras.
Para pieles secas
Por todas las propiedades que tiene, el aguacate se ha convertido en uno de los frutos de moda. Es un alimento rico en grasas saludables, pero su uso no tiene por qué limitarse a nuestras ensaladas, tostas y otras deliciosas recetas. Machaca medio aguacate y aplica una generosa capa sobre tu rostro, déjala actuar 20 minutos y lava tu piel con agua tibia. Si necesitas un extra de hidratación, mezcla el aguacate con un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
Para pieles con tendencia acnéica
Empapa ligeramente un disco desmaquillante de algodón en vinagre de manzana. Humedece las zonas que quieras tratar con él y deja actuar el acético durante 10 minutos sobre tus granitos. Gracias a sus propiedades antisépticas conseguirás reducir la inflamación.
Para pieles atópicas
El aloe es una de esas milagrosas plantas con múltiples propiedades que sirven para tratar prácticamente cualquier problema. Para las personas con piel atópica la sábila de esta lilácea puede resultar extremadamente beneficiosa. Si tienes una maceta en casa, corta un par de hojas, métela en agua durante una noche para que elimine todas las toxinas que pudiera tener, pélala con la ayuda de un cuchillo y conserva solo la 'carne' de la planta. Tritúrala con la ayuda de una batidora y aplícala sobre tu rostro. Guarda lo que sobre en un recipiente cerrado en el frigorífico y añade un par de gotas de vinagre o de limón al gel de aloe para que aguante un par de días más.
Para rostros apagados
La vitamina C es perfecta para iluminar la piel apagada o poco luminosa. Aplica el zumo de una naranja y de un kiwi mezclado con un par de cucharaditas de miel sobre tu rostro. Deja que actúe durante unos 20 minutos y después lava tu rostro con abundante agua tibia.