La sostenibilidad es ya una de las cuestiones a tener más en cuenta dentro de la responsabilidad corporativa de las empresas. Programas de reciclaje, instalaciones verdes o la implementación de iniciativas renovables son algunos de los puntales en los que se están involucrando grandes corporaciones. Los gigantes de la moda están abandonando el uso de pieles animales en sus producciones y las candidaturas a los Juegos Olímpicos, cada vez más sostenibles, son algunos ejemplos del rumbo que toma el mundo actual. Y, aunque queda mucho por hacer, cada día se generan más titulares positivos en este sentido.
Uno de ellos llega desde Francia, concretamente desde la estación invernal de Serre Chevalier, situada cerca del Parc National des Ecrins y a tan solo 80 km de Turín (Italia). Este complejo, que renovaba recientemente la concesión por 30 años más a sus actuales explotadores, se ha convertido en el primer resort de esquí en producir su propia energía. Se trata de un sistema que combina tres renovables diferentes: hidroeléctrica, fotovoltaica y eólica.
La combinación de tres energías renovables
En el primero de los casos, se han servido de la red de producción de nieve artificial para dar un nuevo uso, el de generar energía. El agua de los caudales de Chantemerle y Villeneuve le Bez llega a esta red, pasa a través de unas turbinas para producir energía y vuelve a su cuenca original, siendo este el sistema que más colabora actualmente (un 80% frente a un 12% y un 8% respectivamente). En cuanto a la fotovoltaica, será posible gracias a más de 1.400 paneles solares -una superficie total de más de 2.300 m2-, de los cuales ya están instalados algunos, distribuidos en remontes o edificios existentes. Por último, la eólica se consigue a través de microaerogeneradores integrados en el entorno, de los cuales se han instalado ya dos.
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Este ambicioso plan, que le ha valido a Serre Chevalier la certificación de sostenibilidad de Green Globe, está en plena implementación. Dio sus primeros pasos en 2016 y será en 2021 cuando cierre su última fase programada. Para esta fecha se espera que la estación sea capaz de producir al menos el 30% de la energía necesaria para su funcionamiento. La inversión asciende a 3,6 millones de euros.
Las condiciones particulares de Serre Chevalier han hecho posible que se pueda poner en marcha este proyecto en favor de la sostenibilidad, pues cuenta con 2.500 horas de sol al año, una rica red hidrográfica y una adecuada exposición al viento en algunos de sus puertos de montaña.
Más allá de la sostenibilidad energética
Además de estas iniciativas, se ha anunciado su intención de desmaterializar el forfait y pasar a trabajar con accesos digitales a través de smartphones. De momento, esta campaña ya está disponible para los esquiadores con pases de temporada (unos 2.500) en seis remontes equipados con lectores y el objetivo es que en 2019/2020 no haya ningún pase material.