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Si trabajas en una oficina y pasas muchas horas al día sentada, es muy importante que busques el tiempo y la manera de mantener tu cuerpo en activo. Porque seguramente ir de casa al trabajo o salir a comer al mediodía no es suficiente para estar tan en forma como seguramente te gustaría. Pero la cosa normalmente se agrava, y mucho, si teletrabajamos, es decir, si realizamos, desde casa el mismo trabajo que haríamos desde una oficina, con la salvedad de que ya no es necesario ni siquiera salir de casa y caminar para empezar la jornada laboral.
Márcate tiempos de descanso
Si defines un horario de trabajo, seguramente tu productividad será mayor. Pero es importante que en esa distribución del tiempo tengas claro cuándo introducir los descansos y cumplir con ellos. Porque a veces nos sumergimos en una tarea que no tiene fin, y somos incapaces de desconectar y levantarnos de la silla. No pases más de una hora sentada sin concederte 5 minutos para estirar las piernas y descansar la vista.
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Introduce ejercicios en tus descansos
Nada mejor que aprovechar un pequeño descanso en el que te levantes de la silla para hacer unas sentadillas; o un paseo a la cocina para detenerte en mitad del pasillo a hacer la plancha durante 30 segundos. Son pequeños ejercicios que no te van a quitar tiempo y que, sin embargo, tu cuerpo agradecerá. Además, aprovecha esos momentos para estirar las piernas, el cuello, los brazos y la espalda. De este modo aliviarás el dolor causado por las posturas imposibles que a veces adoptamos cuando trabajamos desde casa.
Quizás sea el momento de tener una mascota
Y en concreto, que esa mascota sea un perro. Por supuesto no es necesario que tengas una mascota si no quieres, faltaría más. Pero si ya tienes una aprovecha que tienes que sacarla a la calle para dar un buen paseo. Los perros son siempre una buena excusa para caminar y hacer algo de ejercicio. Y si tu mascota es un gato, seguro que agradece que de vez en cuando te levantes de la silla y juegues con él por la casa.
Encuentra una razón para salir a la calle
Tienes que salir de casa, al menos, una vez al día. La excusa para hacerlo la pones tú: hacer un pequeño recado o ir comprar el pan. Es muy importante que no te dejes vencer por la pereza y seas consciente de lo necesario que es poner nuestro cuerpo en movimiento para preservar la salud. Así que márcate un par de motivo diarios que te obliguen a salir de casa y poner tu cuerpo en funcionamiento.
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Puedes teletrabajar fuera de casa
Una cosa es que no tengas que ir a una oficina obligatoriamente, y otra muy distinta que solo puedas trabajar en casa. Si para desempeñar tu trabajo solo necesitas un ordenador portátil, súmate, al menos de vez en cuando, a toda esa gente que se desplaza hasta acogedoras cafeterías para evitar pasar el día dentro de casa.
A día de hoy existen muchos locales que reservan un número determinado de mesas para aquellos que van a trabajar mientras se toman un café (o varios), e incluso facilitan conexión wifi a estos clientes. Haz uso de estos paraísos workplace para moverte un poco y, de paso, cambiar de aires. Las bibliotecas y los espacios de coworking son también buenas opciones para salir de casa.
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