Tener estrés en Navidad es muy común. Los múltiples compromisos (que no siempre nos apetecen); las comidas o cenas de empresa en las que hay que poner la mejor cara; las reuniones familiares en las que revisamos, mentalmente, todas aquellos temas que sabemos que no debemos tocar antes de sentarnos a la mesa y que, sin darnos cuenta, saltan antes de los postres; los regalos, los viajes, las vacaciones de los peques, que no siempre coinciden con las nuestras. En definitiva, la Navidad es mágica, sí, pero magia también es lo que hacemos para sobrevivir a estas fiestas y salir indemnes. Es más, podemos acabar las navidades y afirmar rotundamente que volveríamos a celebrarlas ¡ahora mismo! Pues bien, para que esto ocurra hay que seguir los siguientes trucos que nos dan varios expertos:
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Expectativas, las justas
El cine y la televisión nos han vendido una Navidad 'de cuento'. Luces de colores contrastando con la nieve blanca, sorpresas y reencuentros familiares, coincidencias que parecen milagros… Sin embargo, la realidad puede ser bien diferente. Y eso hace que en estas fechas se produzcan sentimientos de desamparo, soledad y frustración.
“Experimentar emociones forma parte de la naturaleza humana, sea la época que sea. La tristeza por la pérdida de un ser querido puede experimentarse en cualquier momento, sin embargo, lo que hace que la Navidad destaque sobre otras etapas, son las expectativas que nosotros le damos y las imposiciones que erróneamente nos adjudicamos: "tengo que estar feliz", lo que genera frustración, ansiedad, ira...Recordamos nuestra época infantil mágica con nostalgia y nos aferramos tanto a los recuerdos que las emociones se magnifican. Es importante por tanto saber reconocerlas, expresarlas, hablar sobre lo que nos pasa. De esa manera le daremos significado a nuestro estado de ánimo y conseguiremos sentirnos algo mejor”, afirma Paula Cuesta, psicóloga de la Asociación AISS Salud Mental.
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Organización, análisis y previsión
La organización, o mejor dicho, la falta de ella, puede arruinar cualquier celebración y, por su puesto, estresarnos hasta tal punto que aborrezcamos la Navidad. ¿Qué hacer para evitarlo? Anticiparse: hacer un listado de regalos y comprarlos con antelación e ir a la compra con el menú pensado y una lista hecha de lo que vamos a necesitar.
Por otro lado, otro motivo de estrés es el gasto excepcional al que debemos hacer frente durante estas fechas. Y, por supuesto, estos trucos de expertos: Según una investigación llevada a cabo por el grupo Kruk, más de la mitad (57,38 %) de los españoles disponen de dinero suficiente para cubrir sus necesidades habituales, pero se encuentran con problemas cuando se presentan gastos excepcionales, como son los regalos navideños. Un buen análisis y previsión nos ayudará a no endeudarnos en estas fechas.
Ahorra con antelación. "La primera recomendación para no endeudarse con todas las compras que se realizan en Navidad es empezar a ahorrar con varios meses de antelación, apartando una cantidad determinada para este fin en una cuenta de ahorros. Así se podrá hacer frente más fácilmente a los gastos que van a llegar (regalos, comida, vestimenta, etc.)”, explica Ana Suárez, directora de inversiones en NPL y desarrollo de negocio de Kruk España.
Salda tus deudas pendientes primero. Dos de cada diez españoles tiene alguna deuda atrasada sin pagar. Para evitar estos descuidos durante esos días del año, lo ideal es preparar un calendario de gastos mensuales en el que aparezcan todas las cuotas de préstamos y deudas pendientes, y revisarlo al menos una vez al mes.
Calcula tu presupuesto disponible. Un punto muy ligado al anterior es la planificación previa de los gastos que vamos a tener en Navidad, para así poder prever el presupuesto con el que vamos a contar para regalos y cenas navideñas. Comparando los gastos previstos con los ingresos esperados, averiguaremos qué regalos sí se pueden asumir durante la Navidad, y cuáles tendremos que descartar. En caso de que los gastos previstos sean muy elevados, una buena solución puede ser dividir entre varias personas la compra de un solo regalo, y así compartir el desembolso.
Compara. Para invertir eficientemente el presupuesto disponible, lo más recomendable es optimizar cada compra. Procura tener en cuenta los gastos de envío, compara el precio de un mismo producto en diferentes comercios y trata de pagar el mejor precio por cada regalo.
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Ni de fútbol, ni de política
Y llegamos a la mesa donde puede flotar la tensión o, por el contrario, un clima de afecto y diversión. Para que reine la paz, hay que ser prudente y saber de qué se puede hablar y qué es mejor dejar para otra ocasión. Entre los temas que generan múltiples discusiones o, al menos, son motivo de suspicacias y desencuentros se encuentran la política y el fútbol. El trabajo y los horarios o salarios también pueden generar enfrentamientos innecesarios. Desde los centros de gestión del estrés Nascia nos explican, además, qué consecuencias puede tener.
Y es que, la defensa de los ideales y las noticias que se han producido durante el año tienen en las reuniones navideñas un punto de desencuentro. Y más cuando se lleva la 'causa' se lleva al terreno personal. Un debate acalorado tiene su respuesta en nuestro organismo: suben las pulsaciones, el ritmo cardiaco se acelera, el organismo siente la situación como una amenaza y de desencadena la respuesta natural del estrés.
El fútbol también es otro tema recurrente en las comidas y cenas navideñas. Y otro punto de desencuentro entre familiares seguidores de equipos rivales. Por tanto, la discusión está servida y más cuando se traspasa la barrera deportiva. Inevitablemente, si nos dejamos llevar por defender a capa y espada nuestros ideales, acabaremos sintiéndonos más estresados. Y cuanto más nerviosos nos sintamos, más probabilidad de sufrir un dolor de cabeza.
Hablar de trabajo también genera estrés, recuerdan desde Nascia, y puede convertir una entrañable cena en una lucha sin cuartel. Y es que, la situación laboral genera preocupación y si además surgen las comparaciones la frustración está servida.
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