Las fechas navideñas son, casi irremediablemente, una época en la que desordenamos nuestra rutina de alimentación. Dulces, mayor ingesta de calorías, preparaciones pesadas y comer más cantidad de lo habitual hacen de la Navidad unas semanas de excesos. El alcohol y los compromisos extra, más allá de las celebraciones tradicionales en familia, se suman al grupo de 'enemigos' y la tarea de mantener un estilo de vida saludable se convierte en algo complicado. Pese a que recientemente comprobamos gracias a la Dra. Mª Victoria Martín, nutricionista de Clínica Menorca, que es posible sobrevivir a las fiestas sin engordar, no son pocas las personas que castigan su aparato digestivo como consecuencia de los atracones.
Si queremos que nuestro cuerpo se resienta lo menos posible de los efectos de este 'desorden', además de mantener la actividad física -con una rutina de 30 minutos de ejercicios es suficiente- debemos tener en cuenta las recomendaciones de un especialista. Hemos hablado con la Dra. Cristina Carretero Ribón, especialista en aparato digestivo y portavoz de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), para abordar este asunto.
"Los excesos navideños se caracterizan fundamentalmente por el extra en el recuento de calorías, siendo además comidas más elaboradas, con más contenido graso y 'regadas' con el consumo de bebidas alcohólicas. Todos estos factores hacen que la digestión sea más lenta y difícil, sintiéndonos más llenos por más tiempo", apunta la experta. Nos cuenta que la mejor forma de prepararnos para la Navidad es evitar estos excesos… pero ¿cómo? Con una buena planificación de menús. "La improvisación es el peor enemigo a la hora de cargar las comidas en contenido calórico y graso, por ello es recomendable diseñar unos menús saludables acordes con estas fechas, utilizando métodos de cocción menos grasos como puede ser al horno y utilizar menos salsas", recomienda.
Consejos para que nuestro aparato digestivo no sufra
Además, es importante compensar ese desajuste con la comida anterior y la siguiente al banquete, con propuestas más ligeras y alimentos menos calóricos. "No debemos compensar eliminando comidas, es importante realizar las cinco comidas al día, sin saltarse ninguna ni disminuyendo drásticamente la ingesta de la comida previa a la celebración, ya que llegar con hambre es el principal detonante de que comamos más de lo debido", alerta Cristina.
Para la experta en aparato digestivo es "importante ser consciente de la cantidad de alimentos que ingerimos y, para ello, es recomendable servirnos en el plato todo lo que pensemos que vayamos a comer y evitar el picoteo, ya que de esa forma no podemos controlar las cantidades totales de comida". No repetir, comer despacio y disfrutando de cada bocado con plena consciencia son otras de las pautas que da para que nuestro aparato digestivo no se resienta.
Tras los excesos, concluye, "lo mejor es recuperar la dieta habitual, algo más liviana los primeros días en cuanto a contenido calórico, pero sin ser demasiado restrictiva". Además, "no olvidarse de hidratarse bien a base, fundamentalmente, de agua e infusiones, evitando los zumos ya que aportan más azúcar que si se ingiere la fruta entera".