A veces menos es más. Han varias disciplinas de ejercicio físico que han nacido fruto de la necesidad de ejercitarnos cuando las condiciones son adversas. De la misma forma que el Pilates nació como una alternativa de entrenamiento “secreto” en los campos de concentración nazis, el TRX es un sistema en suspensión que se desarrolló para poder entrenar a los marines norteamericanos en lugares con poco espacio.
Aunque se le denomina generalmente TRX, esta es una marca comercial que ha llegado a popularizarse tanto que tanto los entrenadores personales como los gimnasios no se refieren a ellas como “correas de suspensión” sino directamente con el nombre de esta marca, aunque lo más correcto sería referirnos a este tipo de accesorio para el entrenamiento como método de suspensión.
Existe un amplio margen de precios para adquirir estas correas, en función de su calidad y también de si tienen la denominación TRX o no. Para principiantes podemos hacernos con un kit de suspensión por menos de 20 euros, y resulta muy práctico porque apenas ocupa espacio y podemos viajar con ello, transportarlo sin percibir su peso ni ocuparnos espacio en el equipaje.
Pese a su sencillez, las correas de suspensión consiguen ser útiles en el entrenamiento de todo el cuerpo. Únicamente es necesario un anclaje al techo o a la pared, y disponer de un espacio alrededor de unos 2 metros.
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Entrenamiento funcional
Con las correas de suspensión podremos realizar un entrenamiento funcional que incidirá en nuestras cadenas musculares. Como trabajaremos con nuestro propio peso corporal, de esta forma aumentaremos la resistencia y la fuerza muscular, tonificando y activando el core. El entrenamiento con esta herramienta es por tanto un perfecto quemagrasas y ayuda a trabajar nuestro sistema cardiovascular.
No se trata de un entrenamiento excluyente, ya que podemos organizar nuestra rutina añadiendo otros complementos como el fitball, las bandas elásticas o el bosu. Esto nos ayudará a llegar más lejos y multiplicar las dinámicas haciendo el ejercicio más variado y ameno.
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Beneficios de las correas de suspensión
Muchos ejercicios que podemos realizar en el gimnasio implican un alto impacto en nuestras articulaciones y huesos. Esto se minimiza totalmente en los ejercicios en suspensión como los que podemos realizar con el TRX, que previenen así la pérdida de masa ósea.
Esta herramienta nos pondrá fácil entrenar allá donde nos apetezca, a cubierto o al aire libre. Podemos realizar una actividad integral cubriendo todos los frentes, especialmente centrados en la fuerza muscular, mejorando la movilidad, la flexibilidad y la coordinación, porque trabajaremos con nuestro propio peso, pero también lo haremos manteniendo el equilibrio. Este ejercicio además se enmarca en los que nos ofrecen una mayor desconexión mental de nuestros problemas y preocupaciones, como todos aquellos que precisan de un alto nivel de coordinación y equilibrio.
Resulta adecuado para todas las edades y el nivel de complejidad lo ponemos nosotros. Todos los ejercicios pueden regularse y adaptarse a tu estado físico y edad, por lo que no hay impedimento para probar el TRX. Además, resulta muy útil para mejorar nuestra postura y reforzar rutinas de rehabilitación o correción postural, porque los ejercicios que podemos realizar con estas correas ayudan a la recuperación de lesiones, alivian tensiones musculares y fortalecen la zona lumbar y cervical.
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