Planes alternativos para disfrutar esta Navidad si estás embarazada
Si tu Navidad es más dulce este año gracias a la ‘dulce espera’ es probable que necesites tomar nota de estos consejos para no privarte de casi nada
La Navidad está esperándonos a la vuelta de la esquina. Es tiempo de disfrutar al máximo de las vacaciones y compartir con nuestra familia y amigos momentos inolvidables, tanto en la despedida del año que se va como en el arranque del nuevo. Si además estás esperando un bebé, el motivo de felicidad crece aún más si cabe ante la llegada de un nuevo miembro a la familia. Sin embargo, como todos sabemos, el estado de buena esperanza propicia que estos especiales días puedan ser algo más incómodos por culpa de las restricciones en la alimentación, la reducida movilidad y el carácter desmedido de algunas celebraciones (sobre todo en la Nochevieja). No obstante, estar embarazada no debería ser un motivo para que nuestra Navidad se tornara en una época aburrida, sino todo lo contrario. Seguir unas pequeñas pautas puede ayudarnos, sin embargo, a disfrutarla de una manera muy especial.
Alimentación adecuada
Parece una obviedad hablar de cuidados alimentarios cuando se está embarazada, sin embargo, hacerlo en una fecha tan señalada como la Navidad tiene más sentido. En muchos casos, determinados alimentos están completamente contraindicados durante la gestación, debido a la prevención de dolencias como la toxoplasmosis, la listeriosis y en un nivel menor de gravedad, el sobrepeso. Es por esto que, productos como diversos embutidos o vegetales crudos, cuyo lavado y desinfección no haya sido meticuloso, deban ser retirados de la dieta, así como carnes dudosamente congeladas o servidas casi crudas. Tampoco los patés, pescados poco hechos, mariscos son recomendados en este tipo de dietas y quesos blandos. Dicho esto, y aunque parezca que se trata de alimentos muy determinados, una cena especial puede ser un auténtico calvario si esperas un bebé. No obstante, existen una gran cantidad de opciones que podemos incluir en nuestro menú navideño como armar un ágape que incluya un buen consomé, una carne blanca bien asada y que termine con una fruta típica de estas fiestas: la piña.
Brindis 0,0
El alcohol está terminantemente prohibido durante el embarazo. Ya que su consumo aumenta la posibilidad de que tu bebé padezca SAF (Síndrome alcohólico fetal). En las fechas que estamos a punto de disfrutar, los brindis con espumosos de alta graduación se convierten en los grandes protagonistas de cualquier sobremesa navideña. Sin embargo, si esperas un bebé no tienes porqué renunciar al sabor de bebidas como la cerveza o el cava ya que existen versiones sin alcohol que, sin duda, se convertirán en nuestro mejor aliado. También existen otras alternativas las clásicas versiónes 0’0. El tradicional ponche de frutas sin alcohol puede convertirse en una opción muy exótica y original cuando el objetivo además es ser diferente.
Ejercicio moderado
Una de las recomendaciones más repetidas por los obstetras en cualquier proceso gestacional es la practica del ejercicio moderado. Durante las fiestas navideñas, son habituales los cambios de planes que, como no podía ser de otro modo, reducen el tiempo del que disponemos para realizar nuestra rutina de ejercicios. Sin embargo, existen alternativas para evitar caer en el sedentarismo como realizar agradables paseos, acompañados por nuestra familia que, además, proporcionan la posibilidad de ponernos al día de las novedades de aquellas personas a las que solo vemos en fechas señaladas. Si lo tuyo es el pilates o el yoga, es muy fácil realizar cualquiera de estas disciplinas en casa. Solo se necesita una colchoneta y un poco de tiempo para no perder la costumbre realizando pequeñas tablas de mantenimiento.
Otra forma de divertirte
Es muy común que el estado de buena esperanza incremente el nivel de sueño en las futuras mamás debido a un aumento de la progesterona en su organismo. Una transformación física que convierte cualquier cotillón de madrugada en un auténtico reto. Recordar que la Navidad es una fiesta esencialmente familiar nos da la pauta para dar un giro a nuestra manera de disfrutar de las noches señaladas tras la cena. Cambiar el cotillón y las salidas nocturnas por una velada de juegos de mesa o una sesión extra de cine clásico inspirado en estas fechas, puede ser una vuelta de hoja que convierta estas fiestas, ya especiales gracias a la dulce espera, en verdaderamente inolvidables.