Cómo equilibrar las cenas de forma saludable entre las fiestas

Llega la época de las cenas y comidas familiares, de empresa, de amigos… y uno de los mayores temores durante estos días es comer de manera descontrolada y aumentar de peso.

Por Cristina Soria

Una gran parte de las celebraciones navideñas giran en torno a la comida, para bien y para mal. Hay determinadas comidas y cenas que están pensadas para disfrutar en familia. Siempre con moderación y si no tienes ningún problema de salud que te lo impida, saborea cada plato rodeada de los tuyos. Pero si no quieres que estas fechas acaben pasando factura en la báscula y en tu salud, puedes seguir algunas pautas que te ayudarán a equilibrar tus comidas en estas fechas.

Olvídate de las dietas restrictivas

En realidad, deberías olvidarte de las dietas restrictivas en cualquier época del año. Son dietas que prohíben una gran cantidad de alimentos naturales, y que nos alejan de una alimentación equilibrada. 

Su mayor riesgo es que pueden acarrear deficiencias nutricionales totalmente innecesarias y suponer un riesgo para nuestra salud. Pero, además, nos hacen pasar hambre, lo que facilita que cuando nos veamos rodeados de mucha comida nos pongamos a comer de manera descontrolada, y nos sintamos mal por dentro y por fuera. 

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Procura comer todo el mes de manera equilibrada, sin pensar en excesos ni restricciones. Y el día del evento, es muy importante que no te saltes ninguna comida. En conclusión: evita llegar con un hambre desmedida a las comidas y cenas navideñas.

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Antes y después, prepara menús ligeros

 Es preferible que prepares menús ligeros el día anterior a la celebración, y el día posterior también. Piensa en proteínas bajas en grasa, como la carne blanca, el huevo, el pescado blanco, las legumbres o el tofu, y acompáñalas de verduras, ya sea en ensalada, cremas, caldos, al horno o al vapor.

Elige alimentos depurativos, que estimulen tu hígado, intestinos y riñones, como determinadas verduras (alcachofas, espárragos, berenjenas, apio, endibias…) y frutas (piña, pera, manzana…). Estos alimentos, además, te ayudarán a aliviar la pesadez de estómago y molestias como la hinchazón abdominal, dolor de cabeza o flatulencias.

Mántente bien hidratada

Una buena hidratación con agua ayuda a tu cuerpo a eliminar las posibles toxinas acumuladas y a evitar la retención de líquidos tras una comilona. Si bebes alcohol, este provoca una deshidratación en el cuerpo, cuyos efectos se verán reducidos gracias al agua. Las infusiones digestivas también serán de gran ayuda, como la manzanilla y el poleo menta, o las depurativas como el diente de león, el anís estrellado y la cola de caballo.

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Durante las comidas navideñas

A la hora de la verdad, una serie de buenas decisiones te alejaran del atracón sin que dejes de disfrutar de la comida. Por ejemplo, elige los entrantes que tengan menos calorías, como los mariscos y vegetales. Si hay un aperitivo, procura no excederte, porque luego no querrás renunciar a los platos principales. Para estos últimos, elige siempre que puedas pescado, ya que siempre tienen menos calorías. Y si es una carne, que preferiblemente esté cocinada al horno.

Bebe agua mejor que refrescos, mastica despacio cada bocado y para el postre elige fruta. Modérate con el dulce y el turrón, y no te olvides de que la compañía es el otro gran atractivo de estas fiestas, así que disfruta de las buenas conversaciones y no centres toda tu atención en la comida.

No dejes a un lado el ejercicio

Mantener tus rutinas deportivas y realizar ejercicio físico evitará que los posibles excesos se transformen en kilos de más, además de que te ayudará a regular tu apetito y a sentirte más ligera y mejor contigo misma. Si no encuentras tiempo para ir al gimnasio o no quieres descuidar tu actividad física los días festivos, piensa en que solo necesitas salir a dar largos paseos, utilizar las escaleras en vez del ascensor y olvidarte del coche todo lo posible. Tu salud y tu peso te lo agradecerán.

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