Aumenta la flexibilidad, facilita la respiración, reduce el dolor lumbar, mejora la fuerza y tonifica el cuerpo, ayuda a mantener una postura correcta… La inmensa mayoría de personas conoce los beneficios, tanto físicos como mentales, que aporta el pilates. Estos son algunos de los motivos por los que esta disciplina creada a principios del siglo XX por Joseph Hubertus Pilates, que une fuerza muscular y control mental, cada vez cuenta con un mayor número de adeptos.
Fruto de todos estos alicientes, esta práctica se ha consagrado como un aliado para prevenir cualquier tipo de problema muscular como las más que habituales contracturas. Tanto es así que, desde hace algunos años, fisioterapeutas y osteópatas recomiendan a sus pacientes prevenir las contracturas y aliviar la lumbalgia con lo que llaman 'terapia de pilates'. La especialista en yoga y pilates del Hotel Barceló Illetas Albatros explica a Gtres en qué consiste este novedoso método y qué beneficios puede reportar en la salud de las personas.
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¿Qué es la 'terapia de pilates'?
Según la explica la experta, los dolores normalmente se producen por mantener una mala postura continuada durante largos periodos del día. "Las malas posturas favorecen la acumulación de tensión en esa zona. Si no se trata a tiempo pueden acabar convirtiéndose en una contractura muscular. Para prevenir estas contracturas y aliviar la lumbalgia, muchos profesionales recomiendan la bautizada como terapia de pilates", continúa la especialista, quien señala que se trata de un método que pone especial énfasis en ejercicios y posturas de estiramiento que permitan fortalecer los músculos que sostienen la columna.
A pesar de que es ideal para aliviar dolores de leves a moderados, la especialista en yoga y pilates señala que los dolores crónicos o las contracturas severas se deben tratar con un especialista y que, en estos casos, se deberá suspender la actividad física o disminuir su intensidad para evitar lesiones más graves.
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¿Qué posturas concretas pueden evitar contracturas?
Dependiendo de la zona afectada de la espalda se pueden padecer tres tipos de dolores: lumbalgias, dorsalgias y cervicalgias. La especialista matiza que para cada uno de ellos existe una postura concreta dentro de la disciplina que puede ayudar a aliviar y prevenir la contractura de la zona afectada.
- Lumbalgia: tumbarse boca arriba en el suelo o en una superficie rígida, doblar lentamente las rodillas y llevarlas a la zona del abdomen. Lo mejor para realizar correctamente esta postura es coger las espinillas con las manos y hacer el esfuerzo de tirar de la cadera para estirar bien la musculatura lumbar.
- Dorsalgia: entrelazar los dedos de las manos y, a continuación, estirar los brazos hacia adelante mientras que se realiza una protracción escapular. Esta postura se debe mantener durante unos segundos y después elevar los brazos sobre la cabeza sin separar las manos. Con esta postura se debe sentir cómo se estiran todos los músculos de la parte superior de la espalda.
- Cervicalgia: entrelazar los dedos y colocar las manos en la nuca. Empujar lentamente nuestra cabeza hacia abajo mientras se intenta mantener la espalda recta, hasta que la mandíbula se apoye en el pecho. Después de lograr esta posición, que se debe mantener por unos segundos, lo ideal es contraer lentamente el abdomen, para aumentar la intensidad del estiramiento. Este ejercicio no debe ser causante de dolor y se debe realizar con lentitud, sin tirar bruscamente del cuello y sin forzar la capacidad de curvatura de la columna.
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