Que la menopausia no haga mella en tu autoestima

Entre los 45 y 50 años hemos afrontado tantos cambios en nuestra vida que creemos que nada podrá sorprendernos ya y, sin embargo, llega la menopausia y pone patas arriba la concepción que tenemos de nosotras mismas.

Por Cristina Soria

Si observas las fotografías de toda tu vida, probablemente aprecies que cada diez años tu aspecto físico cambia. A veces radicalmente. Y los giros y evoluciones han sido diversos: es común que en la etapa adulta nos veamos incluso mejor que en épocas juveniles, porque hemos sabido establecer con mayor tiendo nuestro estilo personal y hemos ganado en autoestima.

Sin embargo, cuando llega el climaterios, es decir, la etapa en la que comienza a hacerse presente la menopausia, estos cambios pueden producir un golpe para nuestra autoestima. Por un lado, porque se cierra así el ciclo fértil, lo que en ocasiones produce un descenso del deseo sexual. Además, la alteración de las hormonas pueden provocar mal humor, sensibilidad y ganas de llorar. Y desde un punto de vista físico, no es extraño aumentar algo de peso.

Todo esto puede conducir a que la autoestima se vea resentida, tanto por la propia percepción que tenemos de nosotras mismas como por los cambios de humor provocados por los estrógenos. Lo que, en suma, puede desembocar en una depresión si este estrés no se canaliza correctamente, y de forma especial, cuando en el entorno no hay quien nos apoye y entienda.

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Soluciones para este cambio de ciclo

A lo largo de tu vida, probablemente nunca ha dejado de cambiar y reinventarte, y esta vez no ha de ser distinto. Piensa que todo cambio ha conducido a un periodo de adaptación y que, finalmente (y aunque no lo pudieras pronosticar) siempre llega el día en el que los cambios ya son parte de la rutina.

Más ejercicio que nunca

Para que los cambios físicos no se apoderen de tu ánimo, encontrarás en el ejercicio físico tu mejor aliado. Si siempre es recomendable hacer deporte, es en la menopausia donde menos dudas hay de su poder regulador de la salud. Porque ejercitando el cuerpo estaremos poniéndole freno al aumento de peso, luchando contra la fatiga, consiguiendo dormir mejor y segregando endorfinas que contrarresten la disminución de estrógenos.

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El ejercicio físico nos hace sentir vitales, dando al traste con la idea que podría nacer, desde el sedentarismo, que tras el climaterio la menopausia ya es una época sin retos físicos. Todo lo contrario. Sentirte sana y en forma es el paso más importante para luchar por tu autoestima.

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Apoyo familiar

Según un estudio de Laboratorios Cinfa realizado sobre las declaraciones de 2.000 mujeres de entre 45 y 65 años, una de cada tres mujeres se siente mal o muy mal respecto a afrontar la menopausia.

Además, los datos de este mismo estudio reflejan que el 44% de las mujeres encuestadas se quejan de que no han encontrado en su entorno familiar el apoyo que necesitaban, porque la menopausia a veces es entendida por los demás como un proceso de desajustes caprichosos sobre los que no tienen mucha información.

No permanezcas pasiva ante la menopausia ni permitas que tu entorno pase de puntillas. Explica cual es tu situación, qué síntomas sufres y cómo pueden ayudarte. Si conocen al detalle como es el tránsito en el que está inmerso tu cuerpo, podrán disponer de las herramientas necesarias para estar a tu lado, ayudarte y no menoscabar la seguridad en ti misma.

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