Son muchos los factores que influyen a la hora de perder peso, y generalmente están relacionados con la alimentación y el ejercicio físico. Si estás buscando deshacerte de algunos kilos de más y evitar que vuelvan a ti, estos consejos te ayudarán a conseguirlo.
Hacer una buena compra
Nos estamos refiriendo a comprar comida saludable. Es decir, pon en tu lista productos frescos, ante todo: verduras, frutas, semillas, aves y pescados que te aporten proteínas magras, legumbres y cereales de grano entero. Si en tu despensa campan a sus anchas productos ultraprocesados e industrializados, te será muy difícil perder peso. Así que no dejes que entren en tu casa (o reduce drásticamente su consumo), no solo por tu peso, sino también por tu salud y bienestar.
Caminar y caminar
Y quien dice caminar dice que te muevas, de la manera que elijas, pero que pongas en funcionamiento tu cuerpo. Para perder peso caminando has de caminar un mínimo de 10.000 pasos al día. Es cierto que parecen muchos, pero todo suma, así que deja a un lado el ascensor, el coche o el transporte público siempre que puedas, y disfruta de un buen paseo diario. Además de quemar calorías verás cómo acumulas menos tensiones a lo largo del día.
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Dejar de comer cuando ya no tienes hambre
Si comes más de lo que tu estómago necesita, no solo conseguirás sentirte demasiado hinchada, sino que poco a poco tu estómago se irá ensanchando, necesitando cada vez más comida para que puedas sentirte satisfecha. No pasa nada si un día te pasas comiendo, nos ocurre a todos. El problema es que se convierta en algo habitual, ya que podría traerte problemas no solo de obesidad, sino también de diabetes o aumento del colesterol.
Para beber, agua
No hay ninguna bebida mejor para tu organismo que el agua, pero a día de hoy existe una predilección por todo tipo de refrescos y bebidas artificiales que reducen nuestro consumo diario de agua. Estas bebidas están cargadas de azúcar, edulcorantes químicos, colorantes, conservantes, etc., que perjudican tu salud y no te ayudan, para nada, a conseguir un buen peso. Así que no lo dudes, la mejor opción para tu figura y, sobre todo, tu salud es el agua.
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Reducir al máximo la ingesta de azúcares añadidos
Es hora de leer el etiquetado de los productos que vamos a consumir para descartar, entre otras cosas, aquellos que llevan azúcares añadidos en cantidades nada recomendables para nuestra salud y nuestra línea. Y a la hora de hablar de dulces, galleta, bizcochos, etc., nada como prepararlos tú misma en casa: el control sobre la calidad y el origen de los productos que utilices será inmejorable, y podrás buscar si lo deseas alternativas más saludables al azúcar, que puedan endulzarte en determinados momentos.
Comer despacio y masticar bien
No se trata solo de comer, sino de disfrutar de la comida. Además, según distintos estudios, comer despacio nos ayuda a perder peso. Para lograrlo, entre otras cosas, procura no comer de pie, aprecia lo que vas a comer con la vista y el olfato, utiliza los cubiertos, toma bocados pequeños y no te sirvas la comida en platos grandes.
No obsesionarte con la báscula
Cuando te pesas a diario, o incluso varias veces al día, es muy fácil que te desmotives. Ya que el peso fluctúa con facilidad a lo largo del día, y de un día a otro, pero no siempre a tu favor, sin que eso implique un fracaso en tus objetivos. Las hormonas o la retención de líquidos pueden darte un susto a la hora de pesarte, y si has comenzado a hacer deporte es posible que hayas ganado músculo (a pesar de haber perdido grasa) y eso constará en la báscula.
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